El reto

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-¡Tres, dos, uno!- gritamos al tiempo mientras que todas nos miran a la expectativa- ¡Dos!- caigo al piso, y Hannah aplaude, las demás chicas ríen.

-Ahg nooooo.-Me quejo con la esperanza de que Hannah se apiade de mi y cambie el reto.

-No nada, perdiste, te toca.-Jugar con ella es correr riesgo, se pasa con sus retos, y aún así, esta tarada la invitó a jugar.

Me paro del suelo y de mala gana le digo- ¿Qué es lo que quieres que haga exactamente?

-Ya te lo dije, acércate a Polo, coquetea le y cuando éste apunto de ceder te alejas, es simple.- me dice minimizando la situación.

-Claro, y ¿si no cede?

Hannah ríe y con seguridad dice -ohhh te apuesto lo que quieras a qué va a ceder.

Si va a ceder.

No trato a Polo, han sido contadas las veces que hemos hablado, y solo son cosas sin importancia.

Sé perfectamente por qué Hannah lo escogió a él, quiere dejarlo en ridículo por lo que le hizo. Se burló de ella y ahora yo voy a ser su títere, si no fuera por el reto, jamás la ayudaría.

Y también sé porque me escogió a mí, soy la única de esta clase que no se ha dejado saborear por ese cretino, y que yo me ofrezca así, se le facilitará a Polo conseguir su último trofeo. Porque eso somos las mujeres para él, trofeos.

Giró para buscarlo, y avanzo hacía él cuándo lo encuentro, todas me siguen con su mirada.

Mientras me acerco a él, lo evaluó, es muy apuesto, podría decir que un ángel, pero no, es más bien un demonio. Ilusiona aquellas que les llama la atención, las lleva a la cama, lo presume con sus amigotes y las desecha, típico del Bad boy.

-Kari, es un privilegio para mí verte- dice Elías- ¿en qué te puedo ayudar?- dice sonriente.

-Lo lamento Elías, pero no necesito tu ayuda, más bien la de Polo- se sorprende a escuchar su nombre, y su sonrisa se ensancha. Desde de qué llegué no ha parado de escanear mi cuerpo.

-Claro- se acomoda en su silla- dime en qué soy bueno.

-¿En que no?- Polo se crece frente a sus amigos, y acomoda su postura, se siente muy seguro eh?- Me gustaría platicar contigo, ¿te parece si damos una vuelta?

-Vamos señorita- dice mientras se levanta. Eso fue más fácil de lo que pensé. Ambos caminamos hacia la puerta, giró hacía atrás y veo como Hannah se levanta para seguirnos mientras que Elías parece entender lo que pasa.

Llegamos al final del pasillo, y Polo me agarra de la cintura, por simple reflejo quitó sus manos de un manotazo. Se ve extrañado y antes de que pueda decir algo, hablo:

-Oh no, conmigo las cosas no son así,-miro hacía nuestro salón y ya hay varios compañeros mirando interesados- tú, solo déjate llevar.

-Como quieras- dice suavemente en mi oído.

Acaricio su rostro, sus labios se ven tan jugosos, realmente es una pena que haya pasado por tantas bocas, que me llega a producir asco imaginar unirlos con los míos.

Bajo mi mano a su pecho, y acerco mi cara a la suya. Polo se recuesta contra la pared y cierra los ojos. Apenas rozo sus labios con los míos se inclina hacia adelante buscando más, pero yo me alejo.

¡Tengo una idea!, sonrió maliciosamente.

-Como me encantaría ir a un lugar más privado- le digo suavemente y él ríe.

-Hoy mi casa está sola y...

-No, quiero ya. -Polo abre los ojos, está sorprendido- el baño está solo-le digo.

Me agarra de la mano, y me lleva al baño. Miró nuevamente hacia el salón pero ya no hay muchos mirando, Hannah me hace una seña que no logro comprender, pero toma sentido cuando veo al profesor seguramente diciéndole que se siente.

Entramos al baño y en un movimiento Polo me tiene sobre el lavamanos.

-Espera...

-¡¿Qué?!- guau ya se está desesperando.

Bajo del lavamanos y me acomodo la falda- necesitamos protección, voy por uno y ya regreso- parece pensar algo pero no dice nada y solo sonríe.

-Prepárate. Ya vuelvo.

Cierro la puerta de los baños, y corro al salón. Solo espero que el profesor me deje entrar.

Y caíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora