Capitulo 18 "Caliente"

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-Despues de ti Lizzie.

Harry emprende el camino y yo le sigo por detrás, caminamos en silencio, cuando veo que tomamos el camino contrario a las cafeterías cercanas me extraño un poco.
Nos dirigimos al centro de la ciudad, supongo yo, meto las manos en el bolsillo de mi pantalón y siento el llavero en forma de muñeca.
Es mi oportunidad de entregárselo, si es que le pertenece.

-Harry - le llamo y el voltea a mirarme, parecía sumido en sus pensamientos mientras caminaba.

-Dime - murmura pasándose una mano por el cabello.

- En la mañana cuando...- digo pero me detengo. No vaciles Elizabeth, ve directo al grano - ¿De casualidad, tienes un llavero en forma de muñeca?

Harry luce confundido y asiente con la cabeza.
-Si ¿Porqué? - se detiene y yo hago lo mismo. Saco el llavero de mí bolsillo y se lo entrego, el lo agarra y la empieza a examinar como si le hubiera pasado algo.

Que no le hice nada a tu preciada muñeca, idiota.

-Solo la tuve un par de horas, no la maltraté ni nada - me burlo y sigo caminando.

-Ya, no es por eso. Este pequeño llavero es especial- lo pone delante de mí cara y lo mueve en círculos - Me hace recordar a una promesa que me hice hace ya un año.

-¿Ah sí? ¿Qué promesa? - me siento intrigada. No creí que Harry sería de alguna manera sentimental, al llevar primero un llavero en forma de muñeca, y hacerle una promesa a esta.

Harry me mira y niega con la cabeza como pensando en si contármelo o no, al parecer es un secreto porque se guarda el llavero y se me adelanta sin decir palabra.

-Debe ser personal - murmuro y llego a su lado.

Caminamos hasta llegar a una calle llena de tiendas, algunas cafeterías y otras de restaurantes.
Los pasamos de largo hasta llegar a una parte menos iluminada, la mayoría deben ser bares pues las luces neón de sus letreros y los nombres raros son un indicativo de que no son solo cafeterías de nombres extraños.
Nos detenemos y veo el nombre del lugar, dice "Kiss" con un dibujo de unos labios en tonos rosados fosforescentes.

-¿Aqui venden el...- pregunto pero antes de terminar Harry me corta.

-Si, y otras cosas más. Vamos - No hay guardias de seguridad ni nada, lo que me hace pensar que es más un tipo de bar que una discoteca o algo parecido.
Entramos y el ambiente es diferente adentro, es cierto que está oscuro y hay bastante gente, pero parece una cafetería que se convirtiera en las noches. Es bastante espacioso, lo cual no parece desde afuera, en el centro hay un pequeño escenario donde veo unos instrumentos como una batería y guitarras, observo a la gente y la mayoría son chicas de mí edad con ropa corta o diminuta.
Harry me guía a una mesa dónde nos sentamos, e inmediatamente una chica con uniforme rosado, de seguro la camarera, se nos acerca.

-Hola Harry, tanto tiempo - ronronea apoyando una mano en la mesa y otra en el respaldar de su silla, acorralandolo y mostrándole sus atributos delanteros. Veo la escena y me divierte ver la cara de desinterés de Harry, más concentrado en las servilletas que se encuentran en la mesa que en los senos de la chica.
Que cabe decir tiene un escote de lo más descarado, lograndose ver su sujetador negro.
Harry asiente con la cabeza a modo de saludo y la chica al parecer se ofende pues se lleva una mano al corazón, haciendo un drama de esto y abriendo la boca. Mira en mí dirección y es como si recién se diera cuenta que existo pues me mira de pies a cabeza, lo que pueda en realidad pues al estar sentada no se me ve mucho. La chica al ver la indiferencia de Harry analizando la carta que le trajo, me vuelve a mirar de manera brusca y dice:

-No te había visto por aquí, ¿Vienes con Harry? - pregunta con una voz chillona, diferente a la voz con la que le habló a este.

Asiento con la cabeza pues no creo que me escuche con el bullicio de la gente, y no parece que quiera que hable.

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