Dos niños demasiado jóvenes y tontos

279 36 12
                                    

2

"Estaba deseando que me abrazaras pero te alejé. Decir las palabras "lo siento" era tan difícil. Dos niños demasiado jóvenes y tontos. Si hubiera soportado todo, ¿las cosas serían diferentes ahora?"

—Hey, Eren. —El mencionado giró su cabeza hacia atrás, mirando a su compañero—. ¿Hiciste la tarea de la clase de la maestra Petra?

El castaño regresó su mirada al patio bajo él. Estando en el segundo piso, recargado en la barandilla se dedicó a ignorar al rubio tras él, con un gesto cansado.

Tenía un sueño horrible. A mitad de los examenes parciales, no tenía tiempo ni de estudiar para ellos, al estar dedicando todo a las actividades y tareas que se le habían retrasado, a causa de su trabajo después de la universidad.

Una hoja se movió frente a él, haciéndolo enderezarse.

—¿Qué? —preguntó, mirando al alto a su lado, con los papeles en mano.

—La tarea.

—¿Es para hoy?

—No.

—¿Entonces, por qué preguntas? —Abanicó su mano frente a él, golpeando un poco los trabajos del chico.

Regresó sus brazos al barandal, mirando a estudiantes al azar, pasear por el patio. Estaba agotado. Y el mal humor no pasaba. En verdad deseaba ver a Armin. Necesitaba ver su sonrisa y tocar su piel. Necesitaba poder abrazarlo.

—Oye y, uhm... —comenzó el muchacho que se había acomodado a su lado—. ¿Cómo está Armin? —empezó, como si hubiera podido oler el deseo que tenía el moreno hacia el de ojos azules.

El ceño de Jaeger se arrugó, prestando toda su atención al otro.

—¿Le preguntas al novio de Armin por su estado? ¿Al novio? ¿De verdad, Reiner? —habló, con obvia ironía en su tono.

Los nervios del alto empezaron a ser más notorios—: Ya me disculpé por ello.

—No me interesan tus disculpas. Ni siquiera sé porqué nos hablamos en clase —murmuró, poniendo su quijada en la palma de su mano, mirando al piso inferior de nuevo.

—Lo lamento.

—Como sea.

—Sólo... somos amigos, Eren, ¿no podrías olvidar eso?

—¿Cómo? ¿Olvidar que casi besas a mi novio? ¿Quieres que lo olvide? ¿También quieres que olvide como lo incomodaste al hacerlo? —Lo miró de reojo.

Por alguna extraña razón, Reiner llegó a conocer a su grupo de amigos. Al parecer no se enteraba de que Eren existiera entre ellos, a causa de que siempre faltaba a las reuniones amistosas que hacían, por su trabajo de medio tiempo. Sabía por el pequeño rubio que a su círculo de amistades de la escuela media, se habían unido algunas personas más, que no conocía del todo.

Tocando la reunión en casa de Mikasa, él había llegado un poco tarde. Conoció a Ymir, una chica alta con sarcasmo destilando de ella cada que pudiera. Aparte de los ya conocidos, había otra chica, Mina, alguien risueña. Thomas, alguien agradable, con quien era fácil conversar. Y una pareja más, de la que no recordaba el nombre. Después de preguntar por Armin, siguió por el pasillo, rumbo a la cocina, donde le dijeron que era probable que estuviera.

Cuando echó un vistazo al vacío lugar, miró hacia el pasillo, justo al fondo, notando la puerta corrediza abierta del patio de atrás. Era raro, pues se supone que, quitando a los universitarios, no había nadie más en casa.

At the Sunset || EreminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora