Ex [MINSUNG, OS]

Parte única

[Escrito y publicado 30/11/20]

[5985 palabras]

Narrador omnisciente

Es bastante borroso. El hecho de que sea así hace que se cuestione si lo que está viendo es realidad o no. Unas manos tocando sus mejillas y luego su cintura, la desesperación por tocar al otro, que Oh, está besándolo... Cuando se separa es una figura que conoce muy bien. Demasiado bien.

Minho.

El calor en su cuerpo pasa a ser algo insoportable. No sabe si es lo que está viendo o en realidad es así... Hasta que deja salir un gruñido, abre los ojos y se da cuenta que era un sueño.

Vuelve a cerrar sus ojos, imaginando lo que acaba de pasar. Las imágenes se vuelven muy borrosas, y mientras intenta despertarse de a poco, se dice a sí mismo que sí, cómo no va a ser un sueño... Si ve a Minho es porque es un sueño.

Un sueño donde besaba al chico con desesperación. Frunce el ceño, sintiendo su corazón pesado. No es justo. No entiende porqué, de repente, su mente decidió jugarle en contra y tener un sueño así. Sigue doliéndole, ¿y su mente sueña con eso? ¿exactamente con él, su exnovio?

Aún con sus ojos cerrados, sale debajo de las sábanas, poniendo su cuerpo sobre estas. Pasa sus manos por su rostro en una manera de poder despertar, pero la mera acción de abrir sus ojos le cansa. Su cabeza duele. Ah, verdad... La fiesta de ayer. Tomó bastante porque era su cumpleaños... Número veintiuno...

Tiene mucho calor. A pesar de haber sacado sus piernas para estar más fresco, el calor es insoportable. Es de mañana, y las cortinas de su habitación no están cerradas a juzgar por el sol que toca sus piernas y torso desnudo.

Abre sus ojos con lentitud, mirando su cuerpo. Tiene puestos sus bóxers, y supone que Chan o Changbin lo dejaron así al ir a acostarlo. Sin embargo, su rostro pasa a ser confusión cuando ve una marca en su abdomen, y otra en su pecho. Imágenes del supuesto sueño vuelven a aparecer en su cabeza, donde Minho lo besaba dejando marcas por su torso...

Es recién allí cuando cae en cuenta que no está solo en la cama. Que el bulto al lado suyo no son sus almohadas que siempre usa. Todas estas están en el suelo.

"¡Dios!" Exclama, y su sorpresa es tanta que llega a caerse de la cama.

Se levanta con rapidez. No tiene que mirar mucho para saber que el bulto es una persona, y esa persona es el mismísimo Minho. Lo sabe, porque hace tan solo unos meses veía esa cabellera casi todos los días, la forma en que dormía, dándole la espalda la mayoría de las veces, su cabello castaño desordenado...

Dios...

Masculla, abriendo la puerta de su baño y encerrándose allí. Mira el suelo, intentando recopilar lo qué pasó la noche anterior. El sueño ya no parece ser sueño. Y las marcas que ve en su cuerpo al mirarse en el espejo lo comprueban.