Capítulo 1

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"Ándate con cuidado cuando expulses tus demonios, no vayas a desechar lo mejor de ti"


Solté el humo que había retenido en mis pulmones muy lentamente, cerrando los ojos y tirando la cabeza para atrás, disfrutando de la sensación.

La ciudad se veía bonita desde aquí arriba y el frío, que ya empezaba a notarse, no me molestaba. Las luces estaban encendidas e iluminaban la ciudad. Se oía el bullicio amortiguado de coches, personas y conversaciones... y, si ponías atención, se distinguía el sonido de un instrumento, probablemente un acordeón.

Tragué saliva y me esforcé para no llorar. Tenía que ser fuerte, no podía derrumbarme, no ahora. Necesitaba calmarme y pensar bien en todo. No podía fallar.

Este paisaje me relaja, me distrae y me renueva. También me hace ver lo insignificantes que somos, lo poco que le importamos a los demás, lo prescindibles que llegamos a ser.

No somos imprescindibles, nunca lo hemos sido. Si desaparecemos otra persona llenará el vacío que dejamos temporalmente. Por eso hay que cuidarse siempre de dejar huella, de dar donde más duele, de que nadie olvide tu nombre ni quién eres.

Pero tampoco yo puedo olvidar quien soy ni de dónde vengo. No puedo olvidar el daño que me hicieron, de cómo me fueron destruyendo a poco a poco.

Una lágrima traicionera rueda por mi mejilla, una lágrima que anhela venganza. Venganza de la más pura, que haga justicia y se iguale a ese dolor tan fuerte que me oprime el pecho. Un dolor que no se apaciguará hasta que se haya cumplido mi propósito...

QUIERO VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora