Plaga

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Disclaimer: Timothy es mío, Rowling. Los demás OC también, pero quiero abrazar a Timothy y me odio mucho a mí mismo.

«Esta historia participa en el reto "Uno, dos y tres, te reto otra vez" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black».

Frase sorteada: «Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae». —Drácula

Trigger Warning: Si hablar de la COVID te resulta angustiante, no leas. También hay menciones que pueden resultar un tanto asquerosas para algunas personas. Y, aunque hay Drarry, es muy tangencial, si vienes esperando leer uno de mis romances, sal de aquí antes de que te decepcione.

Agradecimientos a Miss Lefroy Fraser por el beteo, correcciones y anotaciones que ha realizado con mucha paciencia.


I

—También tiene unas décimas de fiebre. Le aumenta por la noche y desciende al amanecer. Suda más de lo normal cuando la tiene.

—¿Desde cuándo?

—Un mes.

Draco examinó con la varita al chaval, que estaba sentado en la camilla, los pies balanceándose. Se detuvo para murmurarle un par de anotaciones a la pluma que volaba a su lado. Consultó el historial rápidamente. Timothy no era paciente suyo, sino de la medibruja Holgsen, pero esta estaba de permiso por vacaciones y se lo habían derivado a él.

—Veo que cumples doce años ahora en septiembre —constató al ver que el niño le miraba con aprensión—. Desnúdate y túmbate en la camilla, por favor.

Timothy le obedeció, quedándose en calzoncillos, todavía mirándole un poco asustado.

—Vas a ser de los mayores de tu curso en Hogwarts —continuó hablando Draco mientras realizaba algunos hechizos encima de él que controlarían algunas medidas—. Yo era de los más pequeños. ¿Te hace ilusión ir?

—Sí —contestó Timothy, animándose.

—Lo pasarás genial, ya verás.

—¿A qué casa fue usted?

—Slytherin.

—Mi madre fue a Hufflepuff y mi padre a Gryffindor. Yo no sé cuál me gustaría más.

—Necesito que respires profundamente ahora, ¿de acuerdo? —Draco había sacado un fonendoscopio muggle del bolsillo y, colocándoselo, escuchó atentamente.

—¿Es algo muggle? —Draco se dio cuenta de que probablemente la señora Benson era hija de muggles y conocía el instrumento médico. Hizo que el chico se incorporase para escuchar su espalda también.

—Simplemente me resulta útil para diagnosticar —repuso, contestando a la pregunta no realizada por la mujer.

Habitualmente, la gente que sabía su nombre, conocía la medicina muggle y acababa en su consulta, se sorprendía de que usase instrumental médico muggle, pero la madre parecía más joven que él, era posible que no relacionase su apellido con una guerra acaecida veinticinco años atrás.

—Timothy, ahora quiero que cojas todo el aire que puedas y lo aguantes en los pulmones el máximo tiempo posible.

El chico le obedeció, hinchando el pecho lo más posible. Escuchó atentamente, sabiendo que había algo que no encajaba. Llevaba años, desde que había decidido completar sus estudios de Sanación con la carrera muggle de Medicina, utilizando el fonendoscopio, lo que le había valido dirigir el departamento de Pediatría Mágica en San Mungo, pero aquello no lo había oído nunca.

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