Capítulo 2

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Los errores cometidos te persiguen como fantasmas.





Algunos son insignificantes pero otros son atroces.





Que en las más  profundas pesadillas se presentan para a tormentarte.





Los errores no pueden se olvidados mucho menos, los que tienen de por medio dolor.




— AyariQWQ





Las risas sonaban con eco en el solitario salón, sonaban el chillantes sonido que provocaban los pupitres al caer al suelo, cinco chicos reían como locos al momento de patear y golpear a un chico que estaba en el suelo tratando inútilmente cubrir su maltrato cuerpo con sus manos para no recibir más daños.



Del otro lado del salón habia una chica de cabello largo tan negro como el cielo nocturno, miraba con sus ojos avellana llenos de lagrimas aquel acto su rostro estaba lleno de golpes y rasguños, su uniforme se encontraba echo tirones y sangre le escurría de su labio que estaba tal cual flor abierto y sangrando. La chica sufría de espasmos habia sido separada de sus hermanos y fue llevada a empujones aquella aula abandonada de la escuela, para ser golpeada en todas partes, el miedo inundaba todo su cuerpo deseaba que dejaran de golpear aquel chico pero el miedo y el dolor eran más fuerte que solo cerraba sus ojos y lloraba.




— Te haré llorar tal cual puta ¿quieres lo mismo que el verdad Zorra? - la escalofriante voz de una chica hace soltar un jadeo a la chica que estaba en el suelo_







— No p.por f.f.avor NO!!!! A-Zhu A-Zha !!!! Ayúdenme_



La chica gritaba con desesperación aquellos nombres tratando de mover su cuerpo un poco, escuchaba los gritos y sollozos del chico que estaba a unos cuantos metros de ella. Con enojo la chica tira con fuerza del cabello tirando la hacia atrás arrastrando la hasta azotarla con el otro patético chico.





— ¡¡Veremos quién grita más Puta!!
-esas palabras frías hizo que la joven cerrara los ojos con fuerza y tratara de cubrir el cuerpo de aquel chico que lloraba y balbuceaba que pararan_




Las cinco personas soltaron unas risas que helaban la sangre empezaron a patear los cuerpos como locos, disfrutando de los gritos y llantos de las personas bajos sus pies que pedían en súplica que pararan, que no lo hicieran que les dolía.




En los oscuros pasillos la tarde empezaba a llegar, de una puerta salen  cinco estudiantes  riendo de un salón  perdiéndose entre las sombras que había. Dentro de aquel salón se encontraban dos jóvenes gravemente golpeado, la chica de cabello negro y ojos avellana tenía completamente roto su uniforme dejando ver su ropa interior, sangre goteaba de su cabeza como tenía un moretón grande en el ojo, lloraba en silencio pasando sus brazos tembloroso por su pecho tratando de cubrirlo, en verdad necesitaba a sus hermanos pero también temía que ellos hubieran sido golpeados.



— N..no llores - la ronca voz del chico sale con pesar poniendo su chaqueta en sus hombros para que se cubriera_


La chica le había parecido oír las más armoniosa voz que podría decir que era un Ángel, encontrándose con aquella sonrisa de aquel chico pese a las heridas le sonreía para que se sintiera mejor. La joven se hace más pequeña cubriendo su desnudez con la chaqueta, odiaba ir la escuela por que siempre era golpeada como le iba a decir a sus padres la razón de los golpes, miles de preguntas llegaron a la mente de la chica.


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