Un Caótico San Valentín

El Inicio del Problema

Un sábado despejado en la ciudad, los pajaritos cantan acompañando a las parejas deseosas de encontrarse, las tiendas de regalos abren temprano y decoran sus entradas con corazones, globos y flores, la gente canina ansiosa por el lugar para pasar un día inolvidable al lado de esa persona especial.

Así es, ha llegado el día de San Valentín y todo parece tener el ambiente perfecto; aunque claro no para todos es así, puesto que hay algunos que lo pasan solos y eso no tiene nada de malo, pero otros llegan a tonárselo de esa manera.

Y ahí se encontraba sentado en una banca del jardín detrás de la escuela, un chico de tez morena y cabellera turquesa, suspirando con la mirada cansada; sabiendo que debería estar practicando con su banda en ese momento en vez de estar lamentándose.

Como el "Evento de Primavera" se estaba acercando, les habían permitido ensayar los fines de semana en la escuela.

Al inicio del día se encontraba animado por eso, puesto que después de los ensayos podría ir con Bonnie a pasar tiempo juntos tocando la guitarra al parque, comiendo algo, y pasar un momento especial, pero no fue así ya que cuando llego tarde (como siempre) se topó con la banda de Los Animatrónicos y pudo escuchar que aquel pelimorado no vendría.

Después de unos cortos ensayos no lograba concentrarse lo suficiente, así que Meg lo mando a que se despejara un rato y cuando se sintiera listo regresara...

Era el día del Amor y la Amistad, tendría que estar feliz por pasar tiempo de calidad con sus amigas, aunque este con ellas casi todo el tiempo.

Aun así, estaba pensando todo el rato en Bonnie, simplemente no podía quitárselo de la cabeza; quería que ese San Valentín fuera especial, después de que al fin se diera cuenta de sus sentimientos y de los constantes rechazos con sus "somos amigos", la verdad era que, a pesar de tener a su banda no podía evitar sentirse solo y ver aquel día como cualquier otro.

– Ah~ parece que pasare otro San Valentín solo – Hablo para sí mismo.

Hasta que lo pensó por unos segundos más, no podía quedarse así, los anteriores años lo hubiera hecho sin duda, pero ahora era diferente y debía aprovecharlo, le había costado mucho trabajo aceptar sus sentimientos como para desperdiciar ese día.

– ¡No! Ni hablar, este año es el año de Bon – Gritó con convicción.

Debía hacerlo, sin importar nada, lograría pasar tiempo con Bonnie ese día.

– Así que te estas planteado dar el paso tu solo – Hablo un enanito alado en pañales apareciendo delante del peliturqueza.

Bon se puso nervioso ante su repentina presencia, había escuchado el rumor de que en San Valentín solia aparecía Cupido a una persona al azar para "ayudarla", aunque cada que lo mencionaban lo hacían con un aura... digamos no muy feliz.

– Ah... quien ¿yo? Ah... bu-bueno creo que ha llegado el momento – Respondió, llevando su mano a la nuca con nerviosismo.

– ¿Puedes hacerlo?

– ¡Claro que puedo hacerlo! – Dijo con seguridad.

– ¡Bien! Que disfrutes del fracaso ¡Chau! – Se despidió contento mientras desaparecía.

– ¡Sí! – Exclamó sonriente el peliturquesa, hasta que se dio cuenta de lo que dijo – ¿Ah? ¿fracaso? No, no, no, espera.

El "angelito" volvió a aparecer, un poco molesto delante de él – Oh... de acuerdo, para ya de rogar por favor.

– Yo... – Empezó a explicarse, pero fue interrumpido, mejor dicho, silenciado.

– Ti, ti, ti, ti... has elegido el camino correcto, es mucho más fácil con un poco de mi magia – Dijo soberbio y orgulloso de si mismo.