Capítulo 4

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La primera vez que le hable, fue en la primera nevada, ese día tardaron en venir a recogerlo.

 Le pregunté si no quería un café y el solo me sonrió.

 Nos adentramos en la cafetería frente al parque, el cambio abrupto del clima nos hizo entrar en confort.

Me contó que nació sin poder ver, pero tenía un olfato muy bueno y un oído muy agudo. Lo dijo de una manera tan graciosa, que se me hizo imposible sentir lastima por el.

 Sus gusto decían que lo más delicioso de la tienda, eran los roles de canela. Tenia razón, al decir que era bueno en escoger comida deliciosa. Lo pedimos con una chocolatada. En ese momento no supe si sabia dulce o era dulce la compañía.

Es curioso, como pueden llegar a existir personas, con las que no necesitas hablar, solo su presencia, te hace sentir cómodo.

Fue el sentimiento que me dio él.

Before your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora