Consejos

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Llevaba una semana con la mayor normalidad hasta que Bakugo apareció.

Y desde que Bakugo apareció llevaba dos semanas algo fuera de lo normal.

El rubio a su lado, no tenía ningún comportamiento distinto pero Kirishima si lo tenía para con él.

Trataba de hablarle y establecer una conversación aunque inútiles eran sus intentos ya que el rubio solo lo miraba mal y si le decía algo era para pedir su cámara o que le prestara algunos sujeta papeles.

En dos semanas de intento tras intento no había logrado nada.

Bueno... El lado bueno de todo esto es que su teléfono ya era otro y la alarma de este ya no fallaba ya que era NUEVO DE AGENCIA a petición de Uraraka.

Ese día había llegado a la oficina y Bakugo ya estaba en su lugar, tan radiante como siempre, con unas botas negras con toques naranjas y un atuendo muy casual.

Se veía realmente hermoso a sus ojos.

Algo tronó en Kirishima.
Había estado buscando el momento para poder tener al menos un Hola de Bakugo o Kacchan como Midoriya le llamaba pero simplemente no había ningúna apertura.

Por su mente pasaron ideas como, por ejemplo... Buscar algunos consejos en artículos de internet o en algún video de esas bases cibernéticas.

Claro.. Nada aseguraba que Bakugo mostraría alguna especie de resiliencia al ambiente que tendría o que se mostraria anuente; ya tenía dos semanas observando detenidamente.

Quizás muy detenidamnete.

Esos brazos marcados que cuando se quitaba la chaqueta de cuero quedaban al desnudo, había notado como además se le marcaban los pectorales en la camiseta y la silueta varonil e imponente que mostraba.
Y como no incluir su caracter de mierda.

Un recuerdo vino a su mente.

Había estado fotografiando a Mr Kosei para la revista que el hombre dirigía y en medio de la sesión dentro de las oficinas se encontró con un concentrado Bakugo desde su lugar.

Lo fotografió de la forma mas discreta que pudo... Ya después a solas, sacaría las fotos y las imprimiria para él.

Por un momento se sintió como un cerdo degenerafo que acosaba a su presa.

Soltó una pequeña risa mientras recordó eso.

Bakugo se levantó de su asiento y se acercó al pelirrojo:
- Que tanto haces pelos de mierda?- le dijo el tono burlesco mientras se acercaba a tomar un baso con agua.

- N-Nada Bakugo... Y soy Kiri...
-Si, si , si - le interrumpió el rubio- Kirishima...- y regresó a su lugar.

Es hermoso ..- soltó en medio de sus pensamientos aún en medio de la entrada apoyado en el marco de la puerta de vidrio.

-Quien es que Eijirou?- soltó una muy curiosa Uraraka que entraba junto a Midoriya.

-Kacchan? - soltó Midoriya mientras dejaba sus cosas en su lugar, solo lo preguntó puesto que no había nadie más que ellos porque por milagro de la deidad correspondiente habían llegado temprano.

-No! Como crees eso Izuku... Noo sólo bueno.. mira!- y señaló un poster de un gato en la pared frente a ellos- es hermoso...

Crees que somos estúpidos?- soltó muy fuerte Uraraka - Dime Kirishima... Andas tras los huesos de Ba- y no pudo terminar la oración cuando Eijirou ya estaba sobre ella, tirandose y extendiendo sus manos tapandole la boca cayendo ambos al suelo.

Bakugo de inmediato volteó y al ver al par en el suelo solo los ignoró.

-Si quieren tener sexo....- escucharon de una voz algo gruesa tras de ellos- Vayan a otro lugar!- era Kosei- Ahora levantense!

Si,  si, en seguida- aseguraron ambos componiendose frente al mayor que:- A trabajar entonces!- les ordenó.

Ni creas que te has salvado Kirishima!- amenazó ochaco- en la tarde hablaremos!.

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--oe oe oe Bakugo!!- se refirió al rubio sonriendo- Quieres un poco de mi carne- mientras le extendía un plato con algo de carne.

El rubio solamente se levantó y:-no molestes... cabello de mierda.

--oe Bakugo, por que me dices asi?- haciendo un puchero.

-Es divertido- y le lanzó un vistazo rápido de pies a cabeza mientras Kirishima se quedaba anonadado por la intensidad de la mirada que efímera se perdió tras que el menor le dio la espalda.

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Tenía un objeto fijo.
Enamorar a Bakugo Katsuki.

Era de máxima importancia para él ahora.

No sabía que hacer o como hacerlo o de donde sacarlo....
no es que fuera un inútil, en casos coqueteaba sutilmente con varios y varias chicas pero muy fuera del deseo de una noche, esto exigía una especie de entrega mayor.

y es justo por eso que no sabe por qué tomó la decisión de llamarlo a él e ir a su casa para pedir un consejo.... O varios.

bajó de su auto y subió por el ascensor hasta el piso cinco del edificio, esperaba que no estuviera ocupado... sabía que sus noches eran de exceso y tenía compañía cuando quería.

Nada serio por no querer un compromiso pero, a vana gloria, era un buen seductor.
siempre se preguntó como lo hacia, si por su cabello celeste o su estructura ósea perfecta que lo hacía extremadamente( según él) apuesto o si era brujería.

Tocó la puerta varias veces y al final luego de varios minutos de espera lo tuvo frente a él.... Misaoi Kosei.

--Kosei! si... cielos, gracias por abrir!- soltó algo tímido- verás yo en realidad no quiero molestarte ni parecer un ñoño pero es que.... como te lo explico...

--Te gusta Bakugo- soltó el mayor viéndolo con sorna.

--Si! y no quiero hecharló a perder... quiero ir a lo seguro ¿sabes? y no tengo idea de como...- la puerta terminó de abrirse y pudo ver a Midoriya y Uraraka parados junto a Kosei mientras la castaña mantenía una mirada escrutadora.

Antes de esto en la tarde:
Salió de la oficina algunos minutos antes para huir de las preguntas de su amiga...
Le costaba un poco desnudar sus afectos sobre Bakugo ante sus amigos por miedo a ser objeto de burla.
Ya no al.rechazo... de hecho ellos fueron los primeros en darse cuenta de sus preferencias.

Con rapidez tomó su bolso y con sigilo caminó por el pasillo frente suyo para salir despavorido del lugar antes que Uraraka saliera del baño.

Corrió al ascensor y pulsó los botones mientras escuchó como su amiga abría una puerta y empezaba a buscarlo por el lugar.
Sintió la.voz de la mujer haciéndose cada vez más fuerte y buscando con la mirada un lugar donde ocultarse, nervioso y sudoroso, se tiró tras unas bellas plantas ornamentales del lugar pegándo su hombro en la pared.

-Kirishima!!!- llamaba, amable, la mujer- Midoriya lo has visto?- mientras se alejaba del lugar e iba en busca del peliverde.

La puerta del.ascensor se abrió y no dudo en gatear rápidamente hasta dentro del elevador que de inmediato bajó.
De vuelta en el departamento de kosei:

Bueno Kirishima...- soltó mientras golpeaba el piso con el pie y ponía sus brazos en "jarras"- No crees que tenias algo que decirnos? 

Perfecto!!
El mundo ni podía odiarlo más!?



Nueve Pasos Para Enamorar A alguien O Morir En El Intento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora