Hijos de La Mafia [2MIN]

O3: Sopresa

Esa voz conocida era Choi MinHo, el heredero de la mafia Keomeun. No entendía porque ese estaba en la fiesta de su manada.

—¿Qué haces aquí?—preguntó.

—¿Te sorprende verme?—expresó con ironía el moreno.

—Demasiado, estás en territorio Hin, siendo que nuestras manadas son enemigas mortales. Además, no puedes pasar sin invitación.

—Pero yo sí tengo una—le mostró el papel blanco con letras doradas, cuál contenía su nombre.

—¿Cómo la conseguiste? ¿Acaso la falsificaste?—exigió una respuesta el peli azul.

—No, fui invitado legalmente ¿Acaso no vez el timbre de los Hin en la invitación?—rió.

Y era cierto, tenía el timbre de autenticidad de los Hin. La invitación era real, además, era casi imposible falsear esta misma. Pero ahora le llegaba la pregunta más sería ¿Quién fue el quién lo invitó? A un Keomeun, no tenía lógica, ni siquiera el líder de su manada enemiga fue invitado.

—¿Quién te invitó?—tenía muchas dudas Lee.

—Alguien quien me estima—sonrió para causar molestia en TaeMin.

—En esta manada nadie estima a los Keomeun—contestó.

—Bueno, creo que es el momento que te enteres de que si hay.

Ahora TaeMin estaba más intrigado ¿Quién lo había hecho? Un o una Hin que MinHo se esta ligando, o tendrá un amigo cercano en esta manada y nunca se había enterado.

—¡MinHo!—venía ChanYeol con unas copas.

—ChanYeol ten cuidado—suspiró al ver a su primo tropezandosé consigo mismo—. Coordina más tus piernas.

—¿Por qué estás con este?—habló y TaeMin se sintió ofendido.

—Este, es el anfitrión de la fiesta—respondió con enojo TaeMin.

—Estamos hablando, Yeol.

—¿Por qué está este poste aquí?—le preguntó a MinHo.

—Es mi acompañante, en la invitación salía que podía traer uno.

—¿A quién le dices poste, enano?—preguntó en modo pelea Park.

—Nadie le dice enano a mi enano, solo yo—interrumpió una voz.

—Gracias, Kai. Por avivar que me digan así.

—¿Qué hacen estos dos aquí?—preguntó Kim.

—Choi tiene una invitación—contestó Lee.

—¿Cómo?—estaba intrigado JongIn.

—Fui invitado legalmente—insistió MinHo con una sonrisa, adoraba la confusión que estaba causando.