𝐒𝐮𝐧𝐟𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬 [Jackacio]

🌻Chapter II

-¿Conway...?

Justo al decir su nombre, le veo voltearse hacia mi con sus gafas puestas pero ojos tristes que lograban traspasar la opacidad de los cristales.

-¿Qué coño haces tú aquí?

Tiene la voz más ronca que de costumbre, y sus palabras no transmiten más que vacío.

-Me enteré de que había una fiesta y decidí venir...¿Se encuentra bien?

Balbucea palabras inaudibles, de hecho, suenan hasta como gruñidos.

-¿Puedo?

Señalo el taburete al lado del suyo. Le veo asentir y entonces me siento a su lado. Apoyo mis brazos en la barra, pido un cóctel de piña colada para así no poder probar otras bebidas que tenía en mente. Mientras me lo hacen, me giro a ver a Conway, quien observa su vaso de nuevo.

-¿Quería hablar de algo en especial? Ahora que estoy en persona es mejor que por mensaje, ¿no?

-Tampoco quería hablar de nada en concreto, solo distraerme. No tenía nada mejor que hacer y por eso te escribí.

-Oh...

Asiento con la cabeza.

-Yo le ayudo a distraerse, no se preocupe por eso.

Sonrío amablemente y me contengo para no soltar uno de mis típicos comentarios subidos de tono. Sé que ahora no es el momento, pero con lo torpe que soy, tengo que vigilar para que no se me escapen cosas así accidentalmente. Me dan mi cóctel y agradezco junto a otro asentimiento. Doy un trago y entonces miro al hombre a mi lado de nuevo.

-Puedo contarle alguna historia, podemos charlar, si quiere puedo decirle como me fue el día...Podemos ir a bailar también, como quiera, usted decide.

Vuelvo a sonreír esperando respuesta.

-Yo que sé, cuéntame que tal te fue hoy, lo que sea.

-Está bien, mi día. Pueeeessss...

Echa su cabeza y espalda un poco hacia atrás, pensando.

-Aparte de venir usted, vinieron varios clientes más. Entre ellos, una señora muy tocapelotas que no dejaba de quejarse cada dos por tres.

Me giro algo molesto hacia él.

-Estaba todo el puto rato pidiendo que cambiara flores, que si esta no queda bien aquí, que si yo pedí margaritas y no amapolas y bla bla bla. No sé cómo no leche metido las flores por el culo, tremenda pesa' era.

Doy un trago a mi bebida.

-A veces eso de mantenerse serenos con los clientes cuesta un huevo. Algunos parece que lo hagan a propósito solo pa' joder y que te cabrees. No entiendo a ese tipo de gente, te lo juro.

Me quedo en silencio un momento y luego río.

-Aunque no sé de que me quejo, si la mayoría de veces yo también soy así de gilipollas.

Vuelvo a reír y le miro detalladamente, notando como aparentemente me escucha con atención.

-Oye, ¿quieres que te cuente anécdotas con otros clientes?

Asiente de manera casi imperceptible.

-Adelante.

-Pues mira, el otro día vino un cliente nuevo que quería un ramo de flores y tal. Quería bastantes tipos de flores diferentes y en cantidades que tu dices "Bueno, ¿qué quieres hacer con las flores? ¿Dárselas a alguien o usarlas de alimento pa' las vacas?"