Tú sabes Que siempre he sido reservado, calmado y tranquilo. Y tú sabes Nunca busco conflictos solo por la emoción. Pero si siento A alguien caminando hacia ti No puedo describir justo lo que estoy sintiendo
Por ti, iría Y enfrentaría a un tipo mucho más grande que yo Por ti, lo sé Me metería en líos, con mi peso de 153 libras. Por ti Me podría convertir en añicos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Créditos al autor. ✨
Bokuto se dedicaba a observar desde la esquina del salón, aquel chico que llevaba bastante tiempo llamando su atención.
El presidente de la clase, Akaashi keiji.
Siempre se dedicó a observarlo, ya que era demasiado tímido como para acercarse y hablarle directamente.
Durante todo el tiempo que lo llevaba conociendo, solo habían cruzado ciertas palabras gracias a algunos asuntos de la escuela.
Akaashi era un buen alumno ejemplar, tanto tenía buenas notas y era responsable, junto a su físico que era muy elogiado tanto por los chicos y chicas.
Para Koutaro, simplemente el chico inalcanzable, solo en su mente y sueños podría tener a Keiji para él, cosa que lo deprimía mucho, más aparte de que no tenía idea si Akaashi tuviera pensamientos repulsivos hacía el romance entre chicos.
Ya era la hora de salida, y notó que minutos antes de que la campana sonara, unos chicos de último año, y más alto que el mismo Bokuto, habían ido a buscar al pelinegro, cosa que le pareció algo extraño ya que muy rara vez iban a buscarlo, a excepción de los maestros para hablar de las cosas de la clases o las chicas que iban a confesarse.
Cuándo la campana sonó, debatió mentalmente si seguir a Keiji o no, ya que algo en sí tenía un mal presentimiento de lo que había pasado minutos antes.
Espero a que saliera del salón, para no verse muy obvio.
Ahí estaba él, detrás de uno de los árboles del patio trasero de la escuela, escondiendose mientras vigilaba los movimientos de los chicos de último año junto a los del pelinegro, trataba de leer el movimientos de labios, ya que desde el lugar donde estaba no alcanzaba a oír nada.
Al parecer le estaban pidiendo la tarea o algunos apuntes, ya que Akaashi estaba sacando algunas libretas de su mochila y se las entregaba al chico más robusto y alto frente a él.
Bokuto estaba por irse, sintiéndose avergonzado por haber perseguido y vigilar a los chicos que parecían no tenían malas intenciones.
Ya había dando algunos pasos alejándose del lugar cuando escuchó algunas cosas caer y sonidos de forcejeo.
Giró su cabeza y entró en pánico al momento que vió a los chicos acorralar a Keiji contra la pared y comenzaron a juguetear con la corbata del uniforme.
