Mia
Estoy en el suelo en un bosque con tres pares de ojos sobre mí, que me miran detenidamente como si fuera la cosas más interesante en el mundo entero. No he movido ni un solo músculo por que estoy analizando a los tres seres ante mí, un bello cervatillo joven con unos grandes ojos color avellana, un León negro que es dos veces mas grande y alto que el cervatillo - se que se trata de Shazta, si no fuera por que ya lo había visto de esa forma hubiera gritado despavorida, pero ahora solo puedo admirar su belleza y sus imponentes e inusuales ojos rojo sangre también lo identifico; por que por un momento sus ojos cambiaron al color que tiene cuando es un perro-. Y al lado de esos dos esta la mujer naturaleza que vi con Luce en ese lugar que estábamos antes de caer por el vacío.La mujer me tiende la mano pero yo solo la miro temiendo que por confiarme y aceptar su ayuda, ella me vaya a lastimar y herirme de alguna forma.
-Tranquila, no voy a hacerte daño- me dice quitando su mano de mi vista, para luego hincarse y estar más cerca de mí, me sorprendió que supiera lo que estaba pensando pero no deje que viera mi sorpresa en mi, así que me mantuve lo mas seria posible -Ven deja que te ayude- sin esperar a que le respondiera, me toma por un brazo y me jala mientras que con el otro brazo me toma por los hombros para enderezarme.
No la pierdo de vista en ningún momento mientras me pongo de pie, cuando ya lo estoy me suelto de su agarre y me alejo unos cuantos pasos de ella, en cuanto estuve a cinco pasos de distancia sentí algo caliente y húmedo en la parte baja de mi espalda; al momento que lo siento me doy vuelta y veo que se trata de Shazta en su forma de León y lo húmedo y caliente que sentí fue su hocico. Shazta solo me observaba mientras se sienta en el suelo, me acerco a él y estiro mi mano para acariciarlo, huele mi mano por un momento y luego el se acerca a mi para recibir mis caricias, no me conforme solo con acariciarlo, necesitaba sentirlo junto a mi y sentir su calidez por lo que me agache y lo abrase por el cuello y al momento en que lo hice Shazta recargo su cabeza en mi hombro dándome a entender que el también necesitaba de este abrazo tanto como yo; su pelaje entre mis dedos es tan suave como lo recordaba y aun que ahora es mas grande mi pequeño amiguito peludo sigue siendo el no importa en la forma que este, sigue siendo mi Shazta.
Al separarme de Shazta me llega un pensamiento que me deja intranquila, ¿Qué es lo que hace Shazta aquí? pienso. Mientras estaba en ese lugar junto a Luce siempre supuse que él estaba con los demás en donde sea que estuvieran; pero hago memoria y recuerdo que lo había visto en ese sueño extraño que tuve en el que yo era una cierva y donde Shazta estaba junto a una mujer dormidos en una cama hecha de hojas, flores y muchas otras cosas. Pensé que solo había sido un sueño extraño que tuve pero ahora no se que pensar ya que el cervatillo que estaba junto a Shazta era igual que el de mi sueño y la vestimenta de la mujer era parecida a la de mi sueño; volteo a verlos y ellos solo nos están mirando uno junto al otro. Al volver mi atención a mi pequeño el me mira con esos ojos grandes de color escarlata mientras mueve su cola de un lado al otro y con ese simple gesto se que esta feliz, le sonrió y le acaricio la cabeza al mismo tiempo que también le acaricio su lomo.
-¿Como llegaste aquí hermoso?- murmuro mientras el recibe con gustó mis caricias.
No centro del todo mi atención en mi pequeño, ya que en todo momento siento sobre mi una mirada. Me aparto de Shazta y veo a la mujer.
-Hola- digo sin saber en realidad que decir. No me responde, solo sonríe y me inspecciona de arriba a abajo. Se me acerca y pone su rostro a escasos centímetros del mío, en el momento que hace eso me pongo pálida de la impresión y me siento débil, supongo que siente curiosidad y por eso esta así conmigo. Aun que se vea indefensa, es mejor que no baje la guardia por completo por que nunca se sabe, como dice el dicho; Caras vemos Corazones no sabemos. Y cuando pensé que esto no podía ser mas raro e incomodo, resulto ser que si podía; la mujer Naturaleza empezó a tomar mechones de mi cabello -específicamente mis mechas rojas- y verlos detenidamente, luego paso de ver mi cabello para después tomar mi ropa entre sus manos y verla mas de cerca. Cuando tomo mi ropa para verla mejor me jalo hacia a ella y eso causo que nos acercáramos mas la una a la otra, mientras ella sigue con eso yo pude notar algo que no había visto antes, mi ropa ya no es mas blanca y volvió a ser igual que antes -blusa roja y pantalón negro de mezclilla y mis pies tienen puestas mis botas negras-, es un alivio por que quiere decir que volví a casa. Mi respiración cada vez es mas fuerte ya que no puedo contener la emoción que siento al pensar que voy a volver a ver a todos de nuevo, tocarlos, abrazarlos y besarlos -bueno ese ultimo es más para Adam que para los demás-.
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El Camino hacia Naturae
FantasyEl camino hacia tu destino siempre es incierto y confuso pero para algunos es tan hermoso como aterrador, a veces tú destino y el libre albedrío no siempre están de la mano pero pueden llegar a cruzarse en ciertos puntos y cuando lo hacen es fantást...