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Mi esposa esperaba en la puerta y verla acompañada de mis hijas, haría que mis lágrimas hicieran acto de presencia.

Pero entonces ella vio tras de mi y lo supe todo; eras terca y habías roto nuestra regla de oro: "Jamás ir a mi casa".

No, Al Amor™|✔ #4NAADonde viven las historias. Descúbrelo ahora