¡Ay, Blake!

01

Llegué a la universidad todo estaba bien hasta que veo el hermoso pero idiota rostro de Aiden Archibald, rápidamente arreglé mi cabello ¿Por que me preocupaba? Porque quería que viera que estaba perfectamente aunque me haya partido el corazón y humillado frente a todos. Al ver su cuerpo, todo el estaba lleno de tatuajes, eran serpientes, nombres, todo era por ese estilo, pero luego vi un par de cerezas en su brazo. Levantó su vista y me miro a los ojos. Agradecía el haberme perforado los labios, el traer lentes y haberme tatuado, no mucho pero aun así resaltaba un 1959 en mi brazo. Solo sonreímos como tontos, ¡por dios que te pasa Blake! Focus, algo me retorció en el estomago al verla con una chica como esta le hablaba al oído. El, sus cejas pobladas, sus músculos, su nariz perfecta y delgada, su cuerpo, todo el era perfecto, o bueno eso aparentaba el físico.

-¡Hey tu! ¿Se te ha perdido algo? Una foto dura más ¿sabias?- dijo la chica, Aiden solo rió como tonto

-Pues no es como que me parezcas muy bonita chica, pero bueno, solo veía- en estos momentos mi mente estaba procesando todo

-¿Perdona?- se hace la indignada

-Mira que yo no me quiero buscar problemas el primer día, entonces... Lindo día.

-Hey me agradas, soy Tori- una chica con el cabello pintado, unos shorts relativamente cortos y una blusa igual se me acercó- Esta noche hay fiesta en la casa, te espero- dijo

No tenía idea de que casa era pero solo asentí.

-La casa principal, es de Aiden, todos los sábados hay fiesta- solo se fue de ahí dejándome confundida

Llevaba dos cajas hacía mi dormitorio. Me habían dicho que lo compartiría con alguien de un año mayor. Al estar afuera del cuarto llegó la música electrónica hasta mis oídos. Amaba toda la música, justo ahí sonaba habits.
Al entrar, el olor a marihuana llegó hasta mis fosas nasales, odiaba ese olor, no era el tipo de personas que fumaba marihuana, prefería unos polvitos que me daba un amigo del bachillerato, igual no lo hacía mucho.

-¿Quieres?- dijo la chica sin verme, al voltear vi que era la anterior, la que me dijo de la fiesta

-No gracias no fumo marihuana- dije

-Ósea que si fumas- la voz parecida a la de Aiden al voltear hacia atrás lo vi

-Si, lo hago, prefiero eso antes de tomar- dije

-¿Por qué?- dijo Aiden

-No tienes derecho a siquiera hablarme después de lo que me hiciste- este se vió confundido

-Yo no te conozco- dijo aun confundido, sostenía un libro, era el diario de Ana Frank

No me conocía eso era una ventaja, así no todos sabrían que el fue el que me quitó mi pequeña flor.

-Debes haber sido alguien conocido entonces- dije

-Te veo en la fiesta Aiden- dijo Tori

Aiden salió de el dormitorio.

-¿Es tu novio?- pregunté

-No, a mi me van mas las chicas, aparte el no sale con nadie- dijo

-Interesante-

¿Que tramaba? Pues bien era fácil, planeaba hacerle la vida imposible a Aiden, pero no arruinando su apellido o algo como en pequeños mentirosos, no, esto sería peor, destrozaría su insensible corazón, ¿Como lo haría? Estuve dos años enamorada de el nada era difícil, sabía mas de el que su propia madre. Le tenía tanto rencor, lo suficiente como para elaborar este plan y ejecutarlo.