✨ One Shot's lemon Akatsuki (Naruto) ✨

✨ Hidan ~ Mi pervertido maestro ✨

Escuché la campana sonar, indicando que debiamos de volver a clases, no me agradaba mucho tener que volver a clases, pues esta materia la odiaba, también al pervertido maestro que tenía, pues el muy idiota se me que quedaba viendo cuando los demás estaban concentrados en los trabajos. Por supuesto que no le he dicho nada a alguien de que mi profesor me observa mucho, en especial mis pechos, y de vez en cuando mis nalgas, pues cuando me pasa al frente, puedo notar como observa mis nalgas

He pensando en decirle al director, pero hay algo que me detiene, y si, es mi propio profesor, pues aunque no quiera admitirlo, mi profesor es condenadamente hermoso, e incluso excitante. Odiaba tener que admitirlo, pero era verdad, inclusive Tenten - mi mejor amiga - me lo había dicho y es que, a todas las chicas de mi salón les gustaba el profesor

— ¡Vamos _____(TN)!, ¡Debemos llegar pronto a la clase de química! .— dijo Tenten

— Adelantense, ahora las alcanzó .—

— ¿Que harás? .—

— Iré primero al baño .—

— Bueno, no tardes .—

— Es lo que pretendo .—

— Y todo por el papu Hidan .—

— Así es, no me agrada .—

— Y yo que me muero por tenerlo frente de mi mientras me da duro .— se mordió los labios Temari

— Todas soñamos con eso .— dijo Tenten

— Pues yo no .— dije

— Algo anda mal contigo, ¿Cómo es posible que no te guste el papi de Hidan? .—

— Simplemente no me gusta y ya .— me levanté de la mesa .— Ahora, iré al baño .—

— ¡Trata de no surrar tanto! .— grito Tenten

— Tsk, baka .—

Aquello me había sonrojado, pero igual no dije nada. Me dirigí a los baños y antes de entrar, alguien me tomó de la muñeca y me llevo hasta los baños de los chicos, ¡Joder!, ¿Por qué tenía que ser él?, Sabiendo que me cae re mal

— Te he estado esperando .— sonrió

— ¿A mi? .—

— No, a tu gemela .—

— Tsk, ¿Que quiere profe? .—

— Sabes que eres irresistible, te he deseado como no tienes idea .— mordió su labio

— Fíjese que no me importa .—

— Me gustas .— susurro en mi oído

Suspiré al tenerlo tan cerca de mí, su perfume tan encantador se posaba en mi nariz, haciendo que Hidan fuera irresistible. ¿A quien putas quiero engañar?, Hidan me gustaba, simplemente me costaba admitirlo

— Dime hermosa, ¿Lo quieres o simplemente me voy? .—

— Estoy segura que después me arrepentiré, pero me arrepentiría toda mi jodida vida si te dejo ir .—

— Sabía que aceptarías .—

Hidan beso mis labios, subió su mano por mí piernas y la llevo hasta mi intimidad, con su otra mano desabrochaba mi camisa, subió mi brassier y metió uno de mis pechos a su boca, su lengua la pasaba por mis pezones y yo me encargaba de desabrochar su pantalón. Hidan bajo mis bragas e hizo que mis piernas se colocarán en sus caderas - una de cada lado - y me pegó a la pared

Hidan bajo sus bóxer y al ver tremendo paquetote, me pregunte si aquello me cabería, antes de que pudiera decirle algo a Hidan, me penetro, haciéndome gemir de dolor y placer a la vez, había sido brusco al entrar, pero a la vez era placentero, por lo que no sabía si quejarme o pedirle que me penetrara más rápido, igual no hice ninguna de las dos, sólo me limitaba a besar los labios de Hidan, sintiendo como entraba y salía de mí con rapidez

— Estás tan estrecha .— murmuró pensando su lengua por mis labios .— Tan perfecta .— gimió .— Me encantas, joder .—

— Hidan, cállate .— gemí un poco

— Por Jashin-sama, eres tan sexy .—

No quise prestarle atención a lo que decía, pero se me hacía imposible, además en la forma en lo que lo decía era tan excitante

— Me vengo .— gemí en su oído

— Aguanta .— mordió el lóbulo de mi oreja

— Ya no puedo, Hidan .—

— Un poco más .— apretó mis pechos .— ¡Maldición! .—

— ¡Aaah Hidan! .— gemí enterrando mis uñas en su espalda

— ¡Ahg Kuso! .—

Hidan se quedó un poco más dentro de mi y dándome un último beso en los labios salió de mí, ambos comenzamos a vestirnos y antes de que Hidan se fuera, me tomo de la cintura haciendo una marca más en mi cuello

— Te espero en el salón, hermosa .—

Guiño su ojo para después salir del baño, no podía creerlo que lo había hecho con mi profesor, pero la verdad no me arrepentía de nada