Adult Ceremony નૣ Miniyoung || 𝗖𝗥𝗔𝗩𝗜𝗧𝗬

નૣ Adult Ceremony

La lluvia caía dulcemente en las calles de Seúl, el cielo nublado parecía un lindo acto para las ventanas de dicha ciudad. TaeYoung caminaba por ellas mientras saltaba los charcos de agua con sus tenis siendo salpicados por ella; sosteniendo una sombrilla de color negra con una mochila colgando en su espalda, parecía ser muy infantil, y sí, lo era, al menos en algunos aspectos de su vida y por ende, no tenía muchos amigos a pesar de ser el hijo de unos padres millonarios. Él solía caminar en lugar de que el chófer fuera por él. Tenía una vida tan sencilla para los millones que sus padres cargaban en sus billeteras.

Llegando a su casa, su ama de llaves lo recibió en la puerta, juntos pasaron por el gran jardín que tenía la familia, con un césped lozano, algunos de sus animales caminaban por el jardín, eran animales exóticos los cuales eran procurados. Cuando TaeYoung puso un pie en su gran mansión dejando los zapatos a un lado y cedió la sombrilla a una chica del servicio. La muchacha le brindó una toalla, todo el mundo sabía que llegaría mojado. Secó su cabello y cuando levantó la mirada se encontró con una visita bastante sorpresiva. Su madre y su padre estaban sentados en la sala y enfrente de ellos, un hombre se hallaba sentado con una taza de té en sus manos, TaeYoung lo conocía perfectamente.

—TaeYoung, estás mojado, por favor ve a darte un baño —su madre se levantó de su asiento para ir a socorrer a su hijo —. No quiero que te enfermes. 

Ella procuraba tanto a su hijo.

No por nada decían que era el hijo perfecto con esa mirada de ojos grandes y esa piel, aparentemente, de porcelana y de color níveo. TaeYoung era hermoso, miraran por donde lo miraran.

–Buenas tardes —saludó el muchacho con educación y nerviosismo.

—Un gusto volver a verte, TaeYoung —el hombre que tomaba té le saludó.

—También me alegra verte, MinHee —y vaya que le alegraba.

Contaba con 21 años y MinHee con 31 años, la diferencia de sus edades eran de evidentes diez años. TaeYoung tendría al menos quince años cuando lo conoció por primera vez, cuando TaeYoung se desarrollaba y dejaba la pubertad. Fue en esa misma sala, pero diferentes muebles, el joven fue presentado correctamente a MinHee. MinHee era un amigo de la familia, alguien muy estimado para los señores Kim, pues ellos lo vieron crecer desde que todavía usaba pañales, desde que estaban planeando a TaeYoung. MinHee llegó a cargar a TaeYoung en brazos cuando era un bebé. Hubo ocasiones en las que jugaron juntos.

MinHee le sonrió a TaeYoung y este sintió como su corazón se estremecía, que saltaba de alegría.

—Ahora vete a dar un baño, niño —al chico de ojos grandes no le gustaba que lo llamaran niño porque ya tenía veintiún años —. El señor Kang se quedará a cenar —avisó para que se pusiera su mejor ropa.

Y ya era todo un hombre para amar libremente a MinHee. TaeYoung hizo una reverencia antes de irse y correr hasta su habitación.

—TaeYoung es un chico encantador —dijo el hombre de treinta y un años.

Los padres sonrieron.

—TaeYoung es el hijo perfecto —dijo la señora Kim mostrando cuán trascendental era su niño, como le llamaba ella.

MinHee no lo perdió de vista.

Cuando TaeYoung llegó hasta su puerta se apoyó en ella, abrazándose, MinHee había regresado de su largo viaje. Él había regresado y los sentimientos que tenía por ese hombre se vieron esperanzados.

—¿Será que él me notará ahora que no soy un niño? —se preguntó.

Inmediatamente se metió a bañar.