capítulo 17

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Cáncer: ¡Abuela, perdí mis llaves!— golpeaba la puerta de su hogar —¿Podrías abrirme?

Alan: Me duele la cabeza— se quejaba

Sagi: Claro que te duele, te dije que no molestaras a cáncer— suspiró

Alan: ¿Cómo iba a saber que ella realmente me golpearía?

Aries: Es obvio que te iba a golpear, cáncer es amable, pero impaciente.

Alan: ¿Cuantas veces te ha golpeado a ti por ser un idiota?

Aries: ¿Eso a ti que te importa?— Fastidiado —Han sido más veces de las que puedo recordar.

Cáncer: La primera vez que nos conocimos, el me envió directo a la enfermería. Estaba tan molesta, que una vez que salí de la enfermería le di una zancadilla a mitad del pasillo— orgullosa.

Alan: ¿Cómo algo tan chiquito y tierno puede golpear tan fuerte?

Cancer: La abuela me enseñó defensa personal cuando era pequeña sintió un escalofrío —De solo recordar esos tiempos oscuros me pone la piel muerta.

Sagi: ¿Tu abuela no está en la casa?— extrañada.

Cancer: Eso parece. Es algo extraño, ella casi nunca sale de la mansión— preocupada.

Alan: ¡Señora abuela de cáncer, grité si esta muerta!

Sagi se acercó al híbrido y con un fuerte puño golpeo la cabeza del hombre. Cáncer desesperada ante la posibilidad de que algo le ocurriese a su abuela comenzó a patear la puerta torpemente.

Alan: Cáncer, solo era una pequeña broma...

Cáncer: Pero probablemente tengas razón— golpeaba más fuerte —Tengo que entrar, la abuela no puede morir, sin ella yo...

Aries: Cálmate— intervino —Yo lo haré, pero deja eso, podrías lastimarte y desangrar.

Sagi: Por favor— bufó —Vampiro y todo, pero no sirves para esto, yo lo hago.

Sagi de un solo golpe, con su pie pateó dicha puerta y está cayó en picada al suelo de la entrada. Cáncer sorprendida se acercó a su amiga y la abrazó.

Cáncer: Te amo, eres el amor de mi vida corrió al interior de su hogar.

Sagi: No hay problema— avergonzada.

Aries: Presumida— susurró

Alan: Si ella te llegará a escuchar, su próxima víctima serás tú.

Aries: No, gracias. Quiero vivir— nervioso.

Sagi: De igual forma te escuche— molesta.

Alan: ¡Yo la detengo, corre por tu vida engendró del mal, salva tu pellejo!— exclamó.

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Cáncer: ¿Abuela?, ¿estás aquí?— agitada.

???: Ella no está aquí, cariño.

Cáncer: ¿Estas seguro?, ¿viste todas las habitaciones?— angustiada —Tal vez hay algo que no viste.

???: Cáncer, podre ser viejo, pero yo fui quien construyó esta casa para tu abuela y nuestra familia. Conozco esta casa como la Palma de mi mano y te aseguro que no hay rastro de tu abuela.

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