Un chico mexicano de 10 años recibe una carta de Ilvermorny una escuela de magia en Estados Unidos para toda norte América, pasará muchas cosas con su propio toque
Un niño llegaba como diario de la primaria con su uniforme, su mochila y una ¿Gorra?, Si, una gorra negra que me tapaba los ojos, esta es la primera vez
-Hola pequeño ¿Cómo te fué?
-Bien, gracias
Contesté rápido y subi a mi cuarto cerrando la puerta con seguro, tire mi mochila y tomé el botiquín de primeros auxilios que tenía en mi escritorio, lo sé, no es muy normal tener uno en un cuarto pero ¿Qué puedo decir? Soy precavido, me quité el gorro que cubría un moretón en el ojo, traté de curarlo pero no sabía mucho de eso
-*TOC TOC* ¿Hijo estás bien? ¿Porque cerraste la puerta?
-No, por nada ma', me...eh.. ¡Me estoy tocando!
-Mentira, tú no eres así y además solo tienes 10, abre ahora mismo jovencito
El chico guarda el botiquín y se vuelve a poner la gorra tapando su moretón para abrirle la puerta a su madre
-¿Porqué cerraste chiquito?
-Mamá ya te dije que no me digas así, ¿Para que me pusiste nombre si me vas a estar diciendo así?
-Ay ya calla, ahora dime porq...
Le quita la gorra y ve el moretón lo que la molesta mucho
-¡Ignacio Da'Vinci Cervantes Zalazar¡ ¿Porqué tienes el ojo morado?
-No es nada mamá, sanará pronto, solo necesito hielo
La mamá le toma la oreja y lo lleva hasta la cocina y de un cajón saca una pomada y se la empieza a poner delicadamente
-No no no, esto solo se quita con pomada de la campana
Solté un pufeo y rodé los ojos pero ella solo me aplicó la pomada con algo de presión
-Bueno ¿Me vas a decir porqué tienes el ojo morado?
El chico, que de hecho se llama Ignacio suspira sin poder ver una escapatoria de la explicación solo confiesa
-Fué un chico nuevo de la escuela, lo ingresaron porque lo expulsaron de la anterior por agresivo
-¿Y porqué terminó con su puño en tu cara?
-Pues estaba molestando a alguien y lo defendí, sabes que siempre acaba con el puño del bravucón en la cara del defensor
-Ya te dije que si puedes ayudar lo hagas de la manera en que no te pongas en peligro
-Siempre se me olvida
Ambos sonreímos pero me dió un sape y me empujó a las escaleras
-Ahora has tu tarea o no será el único moretón que tengas en la cara
Subí al cuarto y al entrar vi una extraña carta con un sello azul en mi escritorio, juraría que no había nada cuando subí, no la vi por el moretón de seguro
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