Debido a la ocupada agenda que venían teniendo los últimos meses, Yedam y Doyoung no habían podido tener estos pequeños momentos hace mucho, es por eso que ahora estaban los dos abrazados en el sillón de la sala, tapados con una misma manta y mirando alguna película en la televisión frente suyo.
— ¿Crees que ya todos estén dormidos? — Preguntó Yedam.
El mayor estaba entre medio de las piernas del pelirrojo, siendo abrazado desde atrás mientras apoyaba su espalda en el pecho del menor.
— Es lo más probable. — Contestó Doyoung, despegando su vista de la televisión un momento para mirar el pasillo donde se encontraban las habitaciones.
Sin mucho más que decir, los dos siguieron viendo la película mientras de a ratos compartían pequeños toques o cortos besos que no llegaban a nada. Estaban por poner otra película cuando la figura de un castaño con lágrimas mojando sus mejillas apareció desde la primera habitación.
— ¿Hwanie?¿Que pasa, bebé? —
Doyoung fue el primero en levantarse y caminar hacia el menor, limpiando sus lágrimas y luciendo preocupado.
Yedam lo siguió y tomó las manos del menor, sintiendo como estaban todas sudadas debido al miedo.— Tuve una pesadilla. — La voz de Junghwan sonaba temblorosa.
El menor nunca lloraba por las pesadillas, por lo que Yedam y Doyoung sabían que no se iba a dormir fácilmente. Los tres se sentaron en el sillón para que Junghwan les contará la pesadilla.
— ¿Querés que toque el piano para vos mientras intentas dormir? — Preguntó Doyoung una vez que el castaño terminó de contar.
El chico a su lado asintió, sosteniendo con algo de fuerza su mano y sonriéndole levemente. El pelirrojo miró a Yedam sin decir ni una palabra, casi que preguntándole con los ojos si le molestaba que lo dejara.
— Está bien, cuidar de Junghwanie es lo más importante ahora, Dobby. — El mayor de los tres asintió y les sonrió.
Despidiéndose de Yedam, Junghwan y Doyoung caminaron a su habitación compartida. El pelirrojo se sentó frente al pequeño piano de su lado de la habitación, por su lado, el castaño, en vez de acostarse en su cama, se acostó en la cama de su hyung.
Con la mirada fija en la espalda del mayor, Junghwan comenzó a escuchar la conocida melodía que Doyoung tocaba siempre que el menor no podía dormir o tenía pesadillas, conociendo cada nota a la perfección como si fuera hecha para que él las tocara.
Mirando al mayor con tanto amor y admiración, Junghwan lentamente fue quedándose dormido, pero aún podía escuchar la melodía y la suave voz de Doyoung que tarareaba en voz baja la canción para no confundirse en ninguna tecla, por eso pudo saber cuándo el pelirrojo termino de tocar y estaba punto de caminar fuera de la habitación, pero el menor fue más rápido y agarró su mano.
— ¿Podrías quedarte conmigo? — Sin siquiera molestarse en abrir los ojos, su voz salió casi en un susurro.
Doyoung lo pensó un momento, pero no le podía decir que no a Junghwan así que sin más, se acostó a su lado y dejó que el otro lo abrazara, terminando por dormirse juntos como solían hacerlo algunas veces.
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piano [dohwan/dojung]
Short StoryTodos sabían quién es la calma de Junghwan, así como todos sabían que Doyoung no puede decirle que no a Junghwan.