El Botín.
BOZOROLA
-Cereza, Caramelo, Botín.
Otra vez.
-Cereza, Caramelo, Botín.
- ¡Necesito botín! ¡No! ¡No!.
-¡Lárguese!. No, no, no. No la golpee, o tendrá que pagarla. Me dijo el dueño de la maquinita hacedora de dinero fácil.
Yo, una vez más, siendo maltratado por la sociedad.
- Discúlpeme, Señor, realmente lo siento tanto.
-Ya...ya deje el teatro y lárguese!
-Muy arrepentido estoy...
Mientras salía, me tropece y caí...muy, muy torpe Bozorola. Me fui al callejon y me sente en un bote de basura.
TRICOLET
Caminaba por la ciudad de los sueños, mi último acto había sido tres días antes en Tierra Perdida. Necesito público y es urgente.
Mi desesperada atención fue atraída por un misterioso pero aún más triste rey de los desechos y cuando los problemas llaman con entretenimiento los espantas.
Sigiloso me acerque y con Lina la mandolina empecé:
-Oh, mi Señor. Permitame engañar a los siguientes minutos de preocupación....Tan simple como exquisito.¿Gustará escuhar mi canción? ¿ Querrá usted saber que ocurrió cuando Miritz a la montaña
Bruria llegó? La emoción lo embargará cuando escuche como Zandhelion lloró cardos cuando Vizrit y Vadarit se apagaron en su regazo en una tarde con olor a Jazmín...
Y como el hombre no me dijo que no, muy rápido empece:
-...¨Tan pequeño y vulnerable. Ven con nosotros¨. Dijo el profanente. "Pero me persiguen Señor,además los Belrionaim aúllan y la luz se oculta"Dijo ella. "¿Acaso no quieres protección?"; Y el bosque se cerró y Alzmagor se apagó, y el profanente de Ónice desaparecio, desaparecio....
BOZOROLA
-Cambiaría mi maquillaje por una simple emoción, sé lo que ocurrió cuando el Mazdil arribó. Pero más aún he llorado sangre cuando en mi regazo nació para mi la tarde. Le contaré una de verdad que dice así:
-...¨Tan pequeño y defectuoso, tiraló por la ventana¨.Dijo el padre. ¨Pero todos los verán y nos perseguirán¨¨. Dijo ella... ¿Podemos venderlo al circo? Dijo él. Y en un biberon una cesta se reflejo, y el niño se durmió, y la inocencia desapareció, desapareció...
Le mostre la imperfección de mi rostro, la cicatriz social.
-Esto, no lo encontrará en un libro, ni en una mente, ni en un ladrón de hojas...Así, que: ¿Como me lo pagará? Acepto cualquier tipo de moneda; una galleta, un buen vino, una canción, o, un:-¿Amigo lo puedo acompañar...?
TRICOLET
Así como sucede todo lo mágico, me vengo a encontrar con una razón inspiradora y escalofriante, hoy no es cualquier día.
-Oh gran Señor armonioso de la tristeza, le ruego me deje complacerle con mis cantos propios, sin antiguos relatos olvidados por nosotros los sufridos:
-...Era la tarde de un día de verano, cuando ella miraba a lo lejos llena de anhelo, llena de nada. Entonces sin preámbulos dijo: ¨¡Juguemos al escondido!¨ le dijo al niño. Y el niño afanoso contó y al terminar la buscó y nunca la encontró...
Toda la bulla lo hicieron las notas que se esparramaban por mis dedos. De ahora en adelante la llamare: Melodía para dos.
-Amigo...¿Me hace el honor de acompañarlo?
BOZOROLA
-No me malentienda, muchacho...No he querido hacerlo sentir en el deber de la verdad de una vida. Este escenario es perfecto para mí, para mis faltas, para mis permanencias y tu música es el recuerdo de un sonido lejano...
Bozorola tonto, muy tonto Bozorola. El chico se ve diferente, ha sido amable.
-El hada de la suerte, de un mismo bolsillo coge nuestro destino. Solo tengo mis palabras, un circo que ya no existe y dudas en mis canciones. Si eso le puede acompañar, entonces nuestras madres miraron el sol al mismo tiempo.
Me tape mi risa. Estaba anocheciendo, el atardecer daba para todos. Incluso para nosotros.
-Algunos me dicen Bozorola. ¿ Cual es tu nombre, muchacho ?
TRICOLET.
La vida resulta ser más sencilla cuando las cargas se comparten. Hoy nadie quiere ser sencillo.
-Sus palabras son apreciadas por este pintor musical y si le soy un poco más sincero dejeme decirle que usted no pertenece a aquellos que actúan en un arte, sino a aquellos cuya propia presencia es arte.
Me senté frente a él y proseguí.
-Mi nombre es Tricolet y no hago otra cosa más que vivir de mis canciones...cualquier destino es mi lugar. Pero me gustaría saber ¿Que haces aquí, sentado?
BOZOROLA
-Eres un amigo de pocos minutos. Soy eterno en este infierno y adonde vaya me corren, me aislan para luego yo hacerlo naturalmente. Miré con enojo la tienda de al frente.
Entonces Tricolet vio hacia el lugar de mi mirada. ¨¿Lo corrieron de ese lugar?¨ me preguntó.¨ Sí, aunque eso lo de menos¨, le dije. Entonces él se levantó y me dijo: ¨¡Vamos!¨ y yo lo seguí y en ese atardecer de un día de verano entramos a la tienda.
-Botín, botín, botín.
Ganamos.
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Laceadas
Short StoryLaceadas es un libro de pequeños relatos para grandes personas...Donde encontrarás simples historias con extraordinarios detalles mágicos llevándonos por un viaje de emoción artística interior.