onze

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seungmin ése día se encontraba solo en su casa. hyunjin no había ido y el castaño tampoco fue a la del último.

era extraño, siempre se juntaban pero aquel día no, aquel día no se habían visto ni se habían enviado un mensaje, lo cual extrañaba a kim, pues siempre buscaban la manera de verse todos los días.

el castaño sólo deseaba que no le haya pasado nada grave.

decidió enviarle un mensaje, seguro le explicaba qué sucedía.

minnie
hey
√√ 16:25
¿jin?
¿estás ahí?
√√ 17:49

kim miraba la pantalla de su móvil con el ceño levemente fruncido. le había enviado tres mensajes y sólo los había leído.

comenzaba a pensar en cosas horribles y en seguida sacudió la cabeza, en un intento de que aquellos pensamientos se alejaran de su mente. le daba miedo pensar en que algo pudo haberle sucedido.

comenzó a masticar su labio inferior un poco nervioso, no estaba seguro de qué podía hacer.

minnie
¿está todo bien?
√√ 17:53

de nuevo no hubo respuesta por parte de hwang. y en seguida, comenzó a teclear para así enviarle otro mensaje.

todo esto lo estaba volviendo loco.

minnie
jin
en serio
me estás preocupando
√√ 17:58
sólo contesta algo
lo que quieras
necesito saber si estás bien
√√ 18:00

jin♡
estoy bien
sólo estoy enfermo
no te preocupes
perdón por no avisarte

seungmin suspiró de alivio y no pudo evitar sonreír levemente. en seguida comenzó a teclear su respuesta.

sunggie
¿quieres que vaya a tu casa?
puedo hacerte algo de sopa

jin♡
no, seungmin
estaré bien
seguro mañana me siento mejor
hablemos luego

definitivamente kim había sentido que el mayor le contestaba con desdén y comenzaba a sentirse terrible por ello.

no sabía qué hacer. el pelinegro le había dicho que no fuera pero su comportamiento comenzaba a resultarle preocupante.

sin pensarlo más, se levantó de la cama, guardó su móvil y sacó un buzo de su armario para luego ir escaleras abajo, agarró las llaves y salió de la casa cerrando la puerta detrás de él.

no le importaba si hyunjin estaba enfermo, tenía que cuidarlo y eso es lo que iba a hacer. así que tomó el autobús hacia la casa del mayor y al poco rato llegó a su destino. tocó la puerta tres veces, esperando a que alguien abriera.

no sucedió.

no hubo respuesta, nadie había abierto la puerta.

supuso que la madre de hyunjin se encontraba trabajando pero ¿y su hermano dónde estaría? no tenía idea. volvió a tocar la puerta, ahora un poco más fuerte.

al poco rato, abrieron la puerta y vió a hyunjin. pronto, comenzó a mirar cada parte de él, parecía estar en perfecto estado. no lucía enfermo.

hwang salió de su trance y abrió los ojos de par en par.

- seungmin, - habló al fin el mayor - ¿qué mierda haces acá?

el aludido frunció el ceño, estaba molesto.

- tú - acusó, ignorando las palabras del más alto mientras lo señalaba con el dedo índice - me mentiste.

el castaño no podía creer lo que el pelinegro le había dicho.

- kim - suspiró pesado, cerrando los ojos y cuando los volvió a abrir, procedió - de verdad necesito que te vayas.

- no hasta que me digas qué sucede - se cruzó de brazos. necesitaba una explicación, no lograba entender la actitud de hyunjin hacia él.

- hablemos luego, ¿de acuerdo? - suplicó hwang, esperando que el menor se marchara - mira, - hizo contacto visual con el castaño - mañana estaremos bien. por ahora sólo necesito estar solo - intentó llegar a un acuerdo con el más bajo.
seungmin enarcó una ceja.

- ¿por qué? - inquirió.

por primera vez no iba a rendirse tan fácil ante hyunjin. necesitaba respuestas y estaba dispuesto a luchar, así aunque el mayor se negara.

- sólo por hoy, min - rogó en un susurro, tenía la cabeza gacha.

- me quedaré aquí entonces - se encogió de hombros - necesito que me expliques. no me interesa cuánto tarde, pero no voy a moverme de aquí.

hyunjin estaba asombrado, muy pocas veces había visto a seungmin ser terco. definitivamente no era algo que el más bajo hiciera.

kim por un momento sintió una tensión que jamás había sentido en sus cuatro años de amistad. debido a esto, el de cabellos marrones se negaba a irse y el pelinegro por su parte no encontraba una forma de hacer que el más bajo se marchara.

- seungmin, - murmuró rendido - ¿podemos hablar de esto mañana? por favor, sólo necesito estar solo.

¿qué era tan difícil? ¿porqué quería estar solo? el más bajo no entendía nada de lo que estaba sucediendo y hwang no le estaba diciendo absolutamente nada.

sentía la necesidad de ceder pero al mismo tiempo tenía una intriga que le era increíble incluso para él.

el castaño se mordió el labio inferior un poco, sin mirar al pelinegro. no estaba seguro sobre qué podía hacer.

hyunjin suspiró pesado y en seguida jaló a seungmin dentro de la casa, cerrando la puerta detrás del menor para después estamparlo contra la pared y unir sus labios en un beso hambriento.

todo fue tan rápido para kim que apenas pudo reaccionar, sin embargo al poco rato le correspondió el beso acunando la cara del mayor entre sus manos, mientras que el más alto tenía una mano en su cadera y la otra apoyado cerca de la cabeza del castaño.

hwang comenzaba a hacerse débil y aquello le estaba molestando demasiado.

- ¿qué me has hecho? - había dicho una vez se separaron, apenas audible. seungmin al principio no había alcanzado a entender a lo que se refería hasta algunos minutos después.

había abierto la boca para hablar pero el pelinegro, con dos dedos tomó su mandíbula y lo besó una vez más, callándolo. en seguida kim olvidó lo que quería decirle y le correspondió el beso.

hyunjin bajó su mano hasta la pierna del castaño, para luego rodear esta en su cintura. por su parte, seungmin hizo lo mismo con la otra, para luego acunar la cara del mayor con ambas manos, de tal forma que podían juntar sus bocas en un beso hambriento.

hwang jamás lo admitiría, pues se negaba a hacerlo.

sin embargo, amaba besar a seungmin porque sus labios eran adictivos.

pero no podía simplemente creer que había terminado enamorado de su mejor amigo.

kiss me ; hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora