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Nick al verlo se quedó de piedra, sabía que Carlisle era su alma gemela, la persona a la que amaría el resto de su vida.
—Hola, buenos días Kate Argent un gusto - saludo Kate con una sonrisa amable, sabia que el era un vampiro pero no tenía que ser descortés por ello
—Buenos días Carlisle Cullen, mucho gusto - le estrecho la mano el rubio. A pesar de la piel helada a Kate no le importo y sacudió sus manos de arriba hacia abajo
—Buenos días, Nick Swan - le dijo con una sonrisa que enamoraría a cualquiera o en este caso enamorar mas
—Carlisle Cullen - Ambos estrecharon sus manos y sintieron esa típica corriente eléctrica que se dice cuando sientes el rose de la persona que te gusta o a la cual amas - pasen, por favor - Carlisle se hizo a un lado y los dejo pasar a su casa
—Gracias con permiso - dijeron los amigos al unísono, para luego proceder como adultos mayores, a sacarse la lengua mutuamente, dibujando una sonrisa en el rostro de Carlisle
Ambos entraron a la casa y apreciaron la decoración en esta, quien sea que haya sido el que la decoro, le había quedado preciosa
—Buenos días - saludaron al unísono cuando entraron a la sala de la casa al ver que toda la familia Cullen estaba reunida ahí, esperándolos al parecer
—Buenos días, mi nombre es Esme Cullen, hermana menor de Carlisle - saludo con una sonrisa Esme. Kate y Nick le sonrieron.
—Cristofer Cullen - saludo con una sonrisa que hubiera afectado a los amigos si no fuese porque son inmunes a esas sonrisas
—Ellos son mis hijos adoptivos, Emmet, Rosalie, Jasper, Alice y Edward - Los presento Carlisle señalándolos a cada uno
—Nick Swan y ella es mi mejor amiga Kate Argent - los presento Nick con una sonrisa
—Mucho gusto - dijo Kate con una sonrisa
Ambos amigos empezaron a hablar con la familia Cullen, sorprendentemente incluyendo a Rosalie y a Jasper
—Bueno, estamos aquí para ayudar en la boda de mi sobrina así que no hay tiempo que perder - empezó a hablar el mayor de los Swan cuando la sala quedo en un silencio luego de la anécdota que contaba Edward
—De acuerdo empecemos con esto - dijo Alice muy emocionada, y Nicholas Swan supo que se había metido en la boca del lobo
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—¡Ya te dije que no! - le grito Nick a Kate por milésima vez
—Por favor, cómpramelo Nick - le suplico a su mejor amigo, entreteniendo a los Cullen
—No te comprare un pony por milésima vez, Argent - le dijo ya algo irritado
—Te odio mucho Nicholas Swan - le dijo Kate cruzándose de brazos, rindiéndose por fin
—Me amas - le dijo Nick claramente divertido
—No es cierto, mientes Swan
—Lo que digas Argent - dijo sacando una bolsa de gomitas - como no me quieres no te daré - le dijo divertido sabiendo que eran las gomitas favoritas de la mujer jaguar
—Oh vamos, eso es muy sucio incluso para ti Swan - le dijo haciendo un puchero
—Ten - le dijo arrojándole una bolsa de gomitas igual a la de el
—Gracias, ahora te odio menos - le dijo Kate. Nick solo rio ante la divertida mirada de los Cullen
Y así siguieron toda la tarde, entre risas y bromas de los mejores amigos.
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Carlisle y Nick se habían quedado hablando un rato, puesto que el patriarca Cullen quería conocerlo más "por la boda de Bella" y este había aceptado, aunque sabía la verdadera razón por la que el quería conocerlo mejor, pero aún así No dijo nada, el quería disfrutar de la presencia del rubio y su olor a miel y a pinos.
-¿Como es que no te conocí antes? - pregunto el patriarca Cullen
-Yo no era la persona mas social del mundo, pero me invitaron a la boda de mi sobrina, debía asistir, y me pidió que los conociera, "indirectamente" - dijo haciendo comillas con los dedos y con una sonrisa en su cara, le encantaba el olor del patriarca, le encantaba oler ese dulce aroma a miel y pinos, era una droga para Nicolás Swan
-Te creo, Bella es demasiado abierta, es como...
-Un libro abierto - dijeron ambos con sarcasmo al mismo tiempo sonriéndose mutuamente
-Si, lo se - dijo Nick con una sonrisa en el rostro viendo al patriarca Cullen, o mas bien en sus labios, algo que no paso desapercibido por Carlisle
Carlisle sabiendo en el estado que se encontraba el Swan - el cual era algo caliente - relamió sus labios, y el Swan relamió sus labios sintiéndolos secos y empezando a tener ganas de lanzarse por el patriarca y empujarlo contra la pared.
Ambos sobrenaturales se acercaron, eran como dos imames, no podían parar, ambos veían los labios del contrario.
Los labios de ambos se tocaron y se dejaron llevar. Sus bocas se movían al compás, Nick tomo la cintura del mayor, profundizando así el beso.
Nick se separo de repente, con la respiración acelerada.
—Eso no puede volver a pasar - dijo asustando a Carlisle, había cometido un error al besarlo - al menos no antes de la primera cita - le sonrió coqueto Nick.
Carlisle respiró tranquilo antes de sonreír.
Nick le guiño el ojo antes de irse de la casa junto con Kate, dejando a un Carlisle pasmado y sonriente.
