Extra IV. Viaje

4.1K 324 148
                                    

...

Aquel día era un día especialmente nublado en Inglaterra. Aquel lugar se caracterizaba por su clima desastrosamente frío en cualquier época del año, pero sobre todo y evidentemente en fechas como noviembre.

El frío se escurría por las ventanas a pesar de estar cerradas y se enredaba en los huesos de todos los habitantes de aquella casa.

Harry pasó el segundo jersey por la cabeza de un algo enfurruñado Louis

"Hazz, es la tercera capa que me pones. Voy a morir abrasado"

"¿Abrasado? Dirás congelado. Hace menos dos mil grados ahí fuera. No voy a arriesgarme a que te resfríes"

"Es que tengo calor. Esto es muy grueso" protestó el omega, tirando de la prenda de lana.

"Me lo agradecerás cuando no tengas cuarenta de fiebre" contestó Harry. Louis frunció el ceño

El alfa lo besó en la punta de la nariz.

"Voy a hacer té"

"Voy contigo" dijo Louis, levantándose tras el alfa

Harry quiso asentir, pero no pudo. Un llanto desenfrenado se escuchó de pronto desde el dormitorio. El ojiazul se pellizcó el puente de la nariz.

"Creo que no" se burló el alfa

El omega lo miró mal, pero no había tiempo de responder

"Ya va, cariño" gritó, encaminándose a la habitación "Ya va mamá"

Harry rio entre dientes, dirigiendo sus pasos a la cocina.

Louis llegó hasta la estancia, encendiendo la luz.

Era su habitación de siempre, con sus libros, sus discos, su armario y sus cosas. Las características camisetas de Harry que el omega utilizaba como pijama, los zapatos desperdigados por el suelo y las cortinas color crema.

Pero además, ahora había una pequeña cuna a los pies de la cama. Una cuna de la que salían unos berridos insoportables.

El ojiazul se acercó hasta ella, con fastidio. Sonrió al verle. Siempre sonreía al verle.

Su cachorro había nacido hacía poco menos de un año, y era el niño de sus ojos. Le consentía todo lo consentible y evitaba separarse de él lo máximo posible.

"¿Qué pasa mi amor? ¿Qué pasa?" le habló al bebé.

El mismo bebé del que había llegado a estar tan asustado, ahora se había convertido en el centro de su mundo, en el ser más devoto se su adoración. Era adorable como parpadeaba, sin entender mucho, con aquellos ojos azules idénticos a los suyos y aquellos inconfundibles rizos oscuros que le caían con suavidad por la frente. Era un niño precioso, sin duda.

Louis tomó el cachorro en brazos, acunándolo. Al instante, el niño dejó de llorar, aferrándose al omega con sus manitas. Louis le besó ambos cachetes.

"¿Me echabas de menos, bebé?" preguntó, tocando su naricita con el índice. El infante rio "Oh, sí, me echabas de menos. Yo también a ti, mi amor"

Louis adoraba a su hijo con todo su corazón. Amaba como, poco a poco, iba construyendo su familia con Harry. Era un buen sentimiento, sin duda.

"¿Vamos con papá? ¿Quieres ir con papá, cariño?"

El bebé hizo un puchero, frunciendo adorablemente el ceño. Louis sonrió para sus adentros

"Mejor no le digas eso a él" rio "Vamos, cielo, ¿Papá? Has dormido toda la tarde, tienes que ir abajo un ratito"

new year [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora