My Snowman

503 125 79
                                    

Su aliento muy poco cálido chocó contra las palmas de sus manos, sintiendo el frío punzante chocar contra su rostro ya sonrojado.

Eran exactamente las doce en punto de la noche, y su mente solo se dedicaba a divagar entre la nieve pesada y helada.

Su rostro reflejaba algo de tristeza, una pizca de soledad en su mirada que reafirmaba solamente una pequeña cosa.

Soledad mezclada con decepción, y bastante a decir verdad.

Yoongi no estaba seguro, aunque sus lágrimas parecían mostrar todo lo contrario. Simplemente lo había perdido todo en cuestión de pocos meses, todo a su alrededor había desaparecido y él sólo se encontraba triste y vacío.

Su omega lo dejó por ser un alfa estéril, alguien que no podía cumplir ese hermoso sueño de hacer una familia. Le dolía haberlo perdido, que las opciones no hayan sido suficientes y que sus más profundos instintos le hubiesen lastimado.

Era increíble que de un momento a otro todo se derrumbase.

Ahora estaba él allí, frente a un gran muñeco de nieve el cual cumplía la finalidad de acompañarle en esa fría noche.

A pesar de que las lágrimas algo tibias lograban calentar un poco su rostro, no dejaba de tiritar un poco.

Sabía que eso no era solo por el frío, Yoongi estaba entrando en depresión, su parte animal ya no le respondía de la misma forma que antes, y eso lo estaba matando con lentitud.

Un milagro, quizás eso era lo único que necesitaba.

El hombre suspiró otra vez, agachando su cabeza un tanto decepcionado. Era momento de entrar o si no terminaría congelado, así que se dispuso a girar sobre sus talones, dando un par de pasos hasta que un golpe helado chocó contra su espalda.

Yoongi soltó un quejido leve, tocando por instinto el lugar en donde había sido golpeado. Rápidamente pudo percibir una textura peculiar, algo muy conocido estando en las afueras.

una bola de nieve, eso había chocado contra él.

Se giró sorprendido en su lugar,  mirando de un lado al otro, en todo su entorno para tratar de encontrar al que le lanzó aquella bola.

No estaba enojado, pero si algo extrañado.

A esas horas de la noche se suponía que debía estar solo, en su patio.

Sin embargo, una pequeña, muy pequeñita silueta hizo acto presencia.

-Perdón, señor..- un vocesilla demasiado dulce captó su atención, e inmediatamente sus ojos verdosos captaron a una niñita.

La cachorra tenía sus ojitos azules mirando hacia el piso, como si estuviese siendo regañada. Un puchero estaba en sus labios, y sus mejillas rechonchitas estaban algo rojas.

El alfa interior de Yoongi se inquietó, pidiéndole, por alguna extraña razón, que ayudara a la pobre pequeña. Por alguna razón el alfa puma en su interior le decía que debía protegerla, quizás sus instintos estaban mal.

Pero solo era un quizás.

-Descuida, no importa..- Yoongi le contestó con calma.

La pequeña inmediatamente sonrió, achicando sus ojitos en el momento en el que sus mejillas se abultaron. Mostró sus dientes en esa sonrisa, algunas ventanitas se veían, era algo adorable.

-¡Oh, qué bueno! ¡¿Cómo se llama, señor?!..- interrogó, corriendo en dirección del contario.

-Mi nombre es Min Yoongi, ¿y el tuyo?

Snowman...[Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora