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En un gran castillo se pudo presenciar el nacimiento de el futuro Rey de la nación; el hijo del matrimonio de Escocia e Inglaterra. Este último estaba muy emocionado, después de una larga espera de 7 meses y medio, podía tener en sus brazos a su pequeño cachorro. El pequeño poseía su misma bandera, y por alguna  extraña razón, al darse cuenta de ello se puso aun más contento.

— Es hermoso... ¿no lo crees, Escocia?— dijo el inglés dejando de arrullar al bebé en sus brazos para voltear a ver a su esposa.

Si... es idéntico a ti— comentó la escocesa exhausta, el parto había sido muy difícil y complicado. El pequeño niño había nacido un mes y medio antes de lo normal; realmente fue un milagro el hecho que sobreviviera ya que en este tipo de nacimientos normalmente el bebé muere debido a la falta de desarrollo de algunos órganos, como los pulmones.

Realmente fue un milagro que sobreviviera el cachorro mi señor, la partera y yo creemos que es por el hecho de ser un country— se acercó la enfermera; en total eran una partera y tres enfermeras las que habían asistido al parto. 4 largas horas de trabajo para ellas.

La partera se encontraba revisando a su Reina, y al momento de ver más a detalle sus condiciones, negó suavemente y su expresión cambió entre una preocupada y triste; con pena a saber en cómo sus superiores reaccionarían a la noticia que estaba por darles.

Mis señores... lamento decir esto pero creo que no podrán tener más herederos...— al decir aquello ambos Reyes se voltearon confundidos a verla, expresando con la mirada que explicara a que se refería — Verán... el parto fue demasiado complicado y riesgoso, debido a que el vientre tiene una extraña anomalía que lo hace más pequeño de lo normal, había una alta probabilidad de que tanto como el cachorro como la madre murieran; al momento del parto se desgarró una gran parte del vientre dejándolo con daños irreparables, si llegase a tener otro bebé... lo más seguro es que ambos morirían...—dijo mientras agachaba su cabeza.

N-No puede ser posible... dígame que no es v-verdad por favor...— Escocia no podía creer lo que estaba escuchando; estaba al borde del llanto. Su única función como mujer y omega era poder darle a su alfa todos los cachorros que desee, era realmente humillante que le digan eso frente a su marido.







No importa—











— ¿Eh?— exclamaron todas las mujeres de la habitación.

Que no importa... este es mi hijo y si Dios decidió que será el único heredero que tendré, que así sea...—hizo una pequeña pausa, viendo fijamente los ojos entreabiertos de su bebé— puedo ver en sus ojos...















Que logrará grandes cosas en esta vida




























Un pequeño niño de aproximadamente 8 años de edad se encontraba en los jardines de aquel gran palacio, jugando junto con su mejor amigo de casi su misma edad.

E-Espera un segundo España...— dijo mientras jadeaba, a la vez que se agachaba un poco para poner sus manos sobre sus rodillas.— D-Deja que recupere el aire un momento...— llevaban un buen rato corriendo por ese enorme jardín, el inglés ya había parado varías veces con la misma excusa; se sorprendía de la velocidad que tenía su amigo el español, este lo miraba con algo de fastidio en su rostro.

Ω*:. мι ԃєѕтιησ.:*Ω Donde viven las historias. Descúbrelo ahora