Una mañana de locos

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Miro mi valija una vez más para verificar que tengo todo. Diez remeras, Dos shorts, dos polleras (aunque no creo que las use), dos jeans, diez bragas, cinco sostenes, cinco pares de medias, un par de ojotas, un par de sandalias chatas, un par de zapatillas, un par de zapatos altos, dos carteras tipo morral, cinco trajes de baño, dos toallas, cosméticos, cepillo de dientes, cepillo del pelo, todo tipo de accesorios, cargador para el celular, cuatro libros y lo más importante, mis amados Auriculares. Creo que es suficiente para un mes en Miami, sin contar las cosas que posiblemente compre allá. Esperé todo un año para este viaje, fui la principal organizadora, ya que soy la que mejor habla inglés de toda la familia.

-¿Seguro que llevas todo?- miro hacia la puerta de mi habitación y veo a Cala, mi hermana mayor.

La mayoría de las personas piensan que la mayor soy yo. Supongo que tengo una mente un poco más madura, porque si pensaran en nuestras edades por nuestro físico, creo que ella aparenta alrededor de Dos años más, aunque solo me lleve uno. Ella es alta, tiene el pelo rubio oscuro y ojos marrones. Es delgada y tiene grandes pechos y trasero. Es considerada muy atractiva por casi todos los chicos que alguna vez la vieron. Sobre su personalidad... es alegre, muy, quizá demasiado. Siempre está con una sonrisa y parece que nada le afectara. Habla hasta más no poder, incluso se muerde la lengua muchas veces por hablar rápido. Cuando se enoja, es preferible hacer que hable, no hay que dejarla sola, lo mejor es hacerla hablar... si, más. Es coqueta, pero tampoco exagera, eso sí, nunca dejes una billetera cerca de ella, posiblemente se acerque a algún local de ropa y lo deje completamente sin stock.

Si bien somos parecidas en algunos rasgos de la cara, somos muy diferentes. Yo apenas supero el metro y medio. Tengo el pelo castaño oscuro, y unos ojos muy grandes color verde. No soy ni muy delgada ni muy gorda, creo que soy un punto medio. Mis pechos son casi invisibles, pero según Cala, mi trasero no lo es. A diferencia de ella, los chicos no suelen acercarse mucho a mí. Muchos piensan que soy una aniñada por no revolcarme o besarme con el primero que se cruza por mi camino. Sí, tengo dieciséis años y nunca di mi primer beso, ¿Por qué les molesta tanto? Se que suena súper cursi, pero el PRIMER BESO, es único e irrepetible, no quiero que sea con cualquiera, se supone que tiene que ser inolvidable, y si voy a recordar un beso por el resto de mi vida, quiero que sea con una persona de la que nunca me quiera olvidar, no de uno que vi comprando en el supermercado chino de la vuelta. Creo que no soy la persona más apropiada para hablar sobre mi personalidad, creo que soy alegre, pero no tanto como Cala, y cuando algo me lastima, es imposible que no te des cuenta, posiblemente porque esté devolviéndote el golpe o algo por el estilo. Tengo un carácter fuerte, pero creo que se controlarlo... creo. Si estoy enojada, lo mejor es que me dejes sola, posiblemente me ponga los Auriculares y no me los saque hasta que me haya calmado. De lo contrario, si intentas acercarte, posiblemente te trate... no muy bien. De la familia, soy la más coqueta, definitivamente, pero no soy compradora compulsiva.

-Creo que te olvidaste un par de medias en el fondo del cajón- dice riéndose burlonamente.

-JA JA, que graciosa que sos- le saco la lengua.

Nuestras peleas son siempre de lo más maduras. Corre hasta mi escritorio y agarra mi celular. Seguido a eso, sale corriendo de la habitación. Va a morir. REGLA Nº1: NUNCA TOQUES MI CELULAR. Corro atrás de ella llevándome paredes y muebles por delante. Es mucho más rápida que yo, no se ni para que me esfuerzo, aunque la alcance, también es mucho más fuerte. Me choco contra alguien y termino de espaldas en el piso.

-Primera pelea del día y son las 8:00 am- Tato me extiende la mano mientras se ríe.

Tato es mi hermano mayor. Me lleva Dos años y es el mayor de los cinco. No entiendo cómo es que mis papás pensaron en tener cinco hijos. Creo que en su lugar, ya nos hubiese ahogado. Tato es el atlético de la familia. Es alto, tiene el pelo castaño y ojos verdes. Es musculoso, pero sin exagerar. Creo que si no fuese mi hermano, lo vería muy atractivo, pero la verdad es que no puedo pensar en él más que como la bestia fea y peluda que me cuida como si fuese de cristal. Siempre se preocupa mucho por mí, y ni hablar si nos referimos a chicos. Si bien nunca di mi primer beso, sí salí algunas veces, pero como siempre, son muy patéticos para mi gusto. Tato es de personalidad muy parecida a la mía, alegre, pero sin llegar a ser Panam cuando canta canciones sobre apretar las mejillas de personitas de entre dos y seis años. Cuando está enojado, es exactamente igual a mí, se aísla del mundo con sus Auriculares.

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2015 ⏰

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