No podemos cerrar estas primeras impresiones sin comentar sobre la música, que viene de la mano de la banda Centilimental, y combina perfectamente con la atmósfera y sentimientos que evoca la historia. Esa primera escena de Uenoyama demostrándole sus habilidades a Mafuyu es digna de admiración, y derrocha calidad de animación y talento musical. La banda sonora también tiene sus momentos, elevando la historia y acentuando la inocencia tan gentil de Mafuyu y la curiosidad reticente de Uenoyama. Como tal, la animación podría estar mejor, pero es efectiva, la dirección de las tomas está muy bien hecha.
