El parque estaba en todo su esplendor, los enormes árboles mostraban toda su grandeza, pues al moverse con el viento desprendían hojas amarillas y naranjas. Era otoño la estación del año en que todos realizaban cambios. Jess se encontraba concentrada leyendo la extraña caja roja con decoraciones de rosas blancas e inscripciones que su novio Patrick recién le había dado, en ella había plasmado diferentes momentos, aventuras y travesuras que habían pasado juntos. "¿Me ha pedido venir hasta aquí con mi vestido favorito para leer una caja?" pensó riendo para sí misma. Y es que su plan en mente era otro, al recibir una llamada sorpresa de su novio pidiéndole encontrarla en el parque del centro de la ciudad, que se arreglara lo más linda posible pues era algo serio, cualquiera pensaría en una cena romántica, o tal vez ir al teatro, él sabía que ella amaba los teatros. Pero no. Era una caja armada por el mismo, cada pestaña que ella abría tenía una historia diferente con una fotografía para cada una, cada pestaña la dirigía a una de diferente color. Abrió lentamente la blanca, pues era la última. Comenzó a leer, "Hermosa lo siento, pero aquí tampoco se encuentra lo que realmente quiero decirte, mira al frente". Jess reaccionó rápidamente, pues la curiosidad la consumía. Su respiración aumentó y sus ojos parecían dos platos, Patrick estaba frente a ella de rodillas con una pequeña caja negra en una de sus manos, tomó la mano de su amada y la besó.
- Jess hemos vivido tantas cosas juntos, me has hecho el hombre más feliz durante dos años y yo - sus ojos enrojecieron y una lágrima brotó de ellos - quiero que sigamos siendo felices hasta envejecer y recordar este día juntos, Jessenia - movió la pequeña caja frente a ella, quién comenzó a llorar emocionada - ¿Te casarías conmigo?- Preguntó después de abrirla y dejar al descubierto un hermoso anillo plateado con un brillante diamante en la punta.
- ¡Sí! ¡Claro que sí! - Respondió. De pronto había un enorme eco en su mente.
-¡¿Jess?! ¡Reacciona! - Era una voz femenina.
...
Abrió los ojos de golpe y vio a Katherine, su compañera de piso y amiga algo confundida, la música y las luces neón no ayudaban mucho. Sacudió su cabeza y dibujo una sonrisa en su rostro.
-¿Qué pasa Kat? - Dijo acercándose a su oído.
-¡¿Qué pasa?! Que hace una hora me has dicho que ibas al tocador y te encuentro aquí sentada en la barra, ¿es que no te gusta la fiesta tía? - Cruzó los brazos.
-No, no Kat nada de eso - Respondió Jess levantándose del asiento - es solo que bueno, ya sabes que no soy precisamente el alma de la fiesta - sonrió rascando su cabeza.
- Vale, en eso tienes razón, pero ¿ni siquiera porque es tu bienvenida en el hospital? Andá vamos a bailar - Suplicó.
- No es lo mío Kat y lo sabes, mejor te invito unos tragos ¿sí? - Le mostró una copa.
- Vaale - Refunfuñó haciendo que Jess se carcajeara - eres aburrida tía - Refunfuñó de nuevo.
- Pero soy tú aburrida favorita - llamo al bartender y Katherine asintió riendo, el chico se acercó y sonrió a Jess- tequila y limón y...- miró a Kat - una margarita por favor.
- ¿Mexicana eh? No siempre vienen aquí chicas pidiendo eso, además no hablas como las de por aquí -Comenzó a preparar las bebidas.
- Así es - respondió orgullosa Jess - aquí en España y donde sea...- rio y el chico le siguió.
- Pues me da gusto que penséis así, aquí tienes - le entregó una copa la cual le pasó a Kat - y tu tequila, ¿queréis que te deje la botella? - preguntó arqueando la ceja en tono provocador.
-No, gracias, hoy conduzco así que no...- Sonrió mostrando su dentadura blanca.
-Está bien, entonces seguiré con lo mío que se diviertan...-
- Gracias...- Jess tomó su tequila rápidamente, notando que Kat le miraba un tanto seria.
- Estás muy rara Jess, ¿ha pasado algo? ¿Habéis tenido un mal recuerdo? - Kat podía ser cualquier cosa, menos tonta, conocía a su amiga hacía ya un año, no podía esconderle nada.
- Ok...- bufó mirando hacia el suelo - tuve un pequeño recuerdo, nada importante, solo...recordé a Patrick - dirigió su mirada al techo, evadiendo el rostro de su amiga.
- Ya, que no vale la pena recordar a tíos imbéciles como ese - dio un sorbo a su copa - la noche es joven y tú también lo eres así que diviértete coño - Se levantó de la barra y tomo a la chica del brazo - andá, vamos a bailar - suplicó haciendo reír a Jess.
-Está bien, pero solo porque acaba de empezar mi canción favorita - Respondió levantándose de golpe al escuchar "Somebody that i used to know" de Gotye en una versión remix que adoraba y ahora siendo ella quien apresuraba a Kat a la pista de baile.
Ambas adoraban bailar, aunque Jess tuviera dos pies izquierdos, no le importaba. Estando con su amiga cualquier ridículo que pudiera hacer le daba igual. Una fiesta era el último lugar al que ella iría un domingo en la noche, pero era una bienvenida "sorpresa" planeada por sus compañeros del hospital, un mes después de su llegada claro, pero la intención es lo que cuenta y ella era una mujer con modales como para rechazarles.
La noche continuó entre baile, risas y felicitaciones de diferente personal y compañeros, al final Jess agradeció a todos su presencia y el haber organizado el evento. Jamás se había sentido tan querida por personas que solo hacía un mes la conocían.
Como siempre, tuvo que conducir pues Kat había bebido "un pelín de más". Eso le ponía nerviosa, aún no conocía del todo las calles de Madrid. A pesar de esto lograron llegar al edificio donde se encontraba el departamento que ambas compartían. Aparcó el auto e intentó ayudar a su amiga algo dormida a bajar, algo torpe y a punto de caer, pero lo logró. Al entrar al departamento llevó a la chica mareada que divagaba cosas que no podía entender a su habitación, la tumbó en su cama y con cuidado le quitó el diminuto vestido rojo, así respiraría mejor. Al salir notó que susurraba algo.
- Eres como la hermana que siempre quise, te quiero...- dijo en voz muy débil.
Jess solo sonrió y apagó las luces. Ya en su habitación y después de vestirse con su pijama, se tumbó en la cama y miró al techo. Todo iba bien, mejor de lo que esperaba. Esa chica tímida y temerosa que recién llegaba a un país desaparecía poco a poco después de tanto tiempo y ahora tenía un trabajo que amaba y amigos. Después de todo mudarse a España había sido una buena decisión.
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Pues hola chicos es mi primera publicación al fin de esta historia, por ahora dejaré solo este prólogo y dependiendo de que tanto logro atraer un poco de lectores subiré más, espero que les guste ^^ ya pronto aparecerá Rubius, de hecho bastante pronto chaan chaan!! :3
Canción mencionada "Somebody that i used to know" de Gotye feat. Kimbra, escúchenla se las recomiendo ;)
No olviden votar y dejar su comentario si les ha gustado ^^
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Entre dos mundos
FanfictionDespués de pasar por una serie de experiencias amargas y la pérdida de sus padres Jessenia se muda a España para intentar olvidar y enterrar su pasado. Huyendo de una vida difícil, un hermano tirano y una familia rica desmoronada decide comenzar de...