ÚNICO

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Nada raro había en su actitud; en la librería, los encargados estaban acostumbrados a sujetos que ingresaban sin saludar, hojeaban libros por más de una hora y después salían sin despedirse ni comprar nada. Lo inusual fue notado cuando, estando apuntó de cerrar, uno de los empleados lo encontró sentado sobre el piso, al pie del estante que exhibía textos de Geografía, llorando en silencio con amargura contagiosa, dejando las huellas de su tristeza, manchas transparentes de humedad salina, sobre las páginas del Atlas universal que tenía entre sus manos.

JM: solo por esta noche, Yoonie, Ten compasión

Le había suplicado a su esposo dos semanas atrás, cuando llegó a casa con EQUIS para darle cobijo temporal. Él aceptó con la condición, sin embargo, de que fuera la última vez que Jimin involucrase el hogar con cuestiones de trabajo.

JM: Gracias será la última vez, te lo prometo. Eres un ángel

Dijo él visiblemente emocionado y materializó su gratitud con un beso tan tierno como fugaz, pues inmediatamente corrió a preparar el cuarto de invitados para que EQUIS durmiese algo antes de pasar a la mesa.

La policía demoró casi una hora en llegar a la librería; en el ínterin, los empleados mataron el tiempo abrumando con preguntas al sujeto que, a esa altura, ya consideraban demente.

X: no sé, nosé

Era lo único que les contestaba, cada vez más angustiado a medida que el interrogatorio se multiplicaba en voces y tonos. Los oficiales hicieron su trabajo con inusual delicadeza, quizá compadecidos del intruso, cuyo sufrimiento era evidente cuando lo encontraron; acurrucado en posición fetal, se balanceaba sin cesar, repitiendo "no sé, no sé"..... entre sollozos, pese a que ya nadie le estaba preguntando algo. Con paciencia, también inusual, el oficial de mayor rango logró tranquilizarlo, o mejor dicho, sacarlo de esa especie de trance para llevarlo a la calle.

P: estas loquito ¿no?

Comentó en voz baja el otro uniformado;su colega asintió con la cabeza, confirmando el diagnóstico. Sin prisa, lo acomodaron en la patrulla, apuntaron algunos garabatos en las libretas y partieron hacia las oficinas de la Fundación Dignidad, donde solían dejar a "los loquitos" anónimos.


Hace catorce días exactamente, en esta misma cocina, Jimin derrochaba simpatía y diligencia, atendiendo a su esposo y a su invitado, durante la primera cena que EQUIS había de compartir con ellos. Yoonie intentó entablar conversación y denotó cierta molestia ante el mutismo de Equis. Jimin tomó su mano y lo calmó explicando los detalles del caso, hablando más fuerte que de costumbre, como dando ánimos a Equis para que interviniera en la charla y contara su propia versión.


JM: tienes que tener paciencia, Yoonie, él está perturbado; aún no sabemos porqué. La policía lo remitió a nuestra Oficina, pues ellos no sabían que hacer con él. Al parecer, ha perdido la memoria, porque a todo lo que se le pregunta, solo responde "no sé". Puede ser un bloqueo temporal por un show traumático, eso lo confirmaremos mañana con los psicólogos de la Fundación. En fin, el caso es que todas las camas del refugio estaban ocupadas, no teníamos otra opción más que devolverlo a la policía, pero... "

Y: Pero tu creíste que ese no era un buen lugar -interrumpió - Y preferiste traerlo a casa, ¿cierto?

Él con Picardía, simulando vergüenza, hundió la cabeza entre los hombros para responder, casi murmurando.

JM: Sip.....

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Paciente: Se desconoce su nombre (figura con el nombre de X)

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