La luna es al sol como somos tu y yo el uno al otro,
Siempre polos opuestos condicionados por un hilo rojo,
Como el sol alumbra el día y la luna la noche,
Así llegaste tu a mi vida para ser mi norte.
Juntos vimos ocultar al sol y con la luna salir la noche,
Amábamos contar historias con la luna de testigo en el cielo,
Sin importar lo distante del día y la noche,
Jugábamos a ser amantes sin nunca dejar de tocar el suelo.
Eran tiempos inmemorables con historias nuevas cada día,
Recordando aquellos instantes en los que aún eras mía,
Pero como el sol se oculta con la noche y la luna con el día,
Así se separaron aquella noche tu alma y la mía.
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50 cartas al olvido
PoetryCada poema es único; en cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema, y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba por dentro.