una bienvenida, no tan buena

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Capítulo I

POV Rouse

El Uber para enfrente de una casa que es sumamente grande, con un color gris y piedras negras que resaltan su elegancia.

Pago y bajo de mientras que el señor saca mis maletas veo los detalles que tiene el lugar en sí, debo decir que estoy nerviosa nunca e estado tan lejos de mi familia, por tanto tiempo.

Cuando ya tengo mis maletas en mano, me dirijo al portón negro que divide la casa de la calle y paso lentamente por el. Caminó hasta llegar a la puerta y doy unos leves toquecitos.

"Toc,toc, toc"

Pasan algunos minutos, hasta que me abren la puerta.

—¡ohh! A llegado... Pase, pasé no haga esperar más a los Señores Shimt- lo dice con una sonrisa y alegrías bastante peculiar—llevaremos sus maletas a su habitación ,solo espere que lleguen los jefes,Siéntese.

La señora se va por un pasillo que tiene la casa y me deja sola, al parecer la casa está vacía sin rastros de seres humanos...

Hago caso a las indicaciones de la señora y me siento a esperarlos.

2 horas después...

¿Les habrá pasado algo?, O ¿me equivoqué de casa?, Hay una gran probabilidad de que me allá confundido de casa, ya que no soy buena como GPS.

Me paro del sillón donde estuve sentada hace dos horas y me dirijo para el pasillo donde se fue esa ama de llaves. El lugar es bastante sombrío y tiene cuadros bastante llamativos a mi parecer.

Termino en la cocina, donde veo a un chico de tés blanca, demasiado blanco para mi gusto y cabello negro ceniza. Esta con su móvil , no se inmuta por mi ausencia.

Me sueno la garganta para que se de cuenta que estoy presente.

—¿Hola?,¿Necesitas algo? —dice el chico al mirarme, su voz suena bastante cálida y dulce. —
- Emm...soy Rouse Lee, vengo  para cuidar a Mérida, llegue hace dos horas, y una señora me abrió la puerta y dijo que ya iban a venir los señores Smith. — agachó la cabeza de lo nerviosa que me estoy poniendo, soy muy mala para hablar con la gente.

—¡Ah!, si se quien eres no estés nerviosa, no muerdo - me da una sonrisa amigable y me hace un gesto para que me acerque a él , hago caso y me siento al frente — si mis padres me dijeron de usted, me llamo Scott un gusto...

—El gusto es mío Scott — le sonrió.

—Si quieres te muestro la casa y tú habitación...Hasta que lleguen.

—Ohh, eso Sería genial... —digo algo nerviosa.

Al terminar de decir eso, me llevo una sorpresa cuando se pone de pie ,es más alto de lo que pensé, y sus músculos se adhieren a su camiseta que tiene puesta, es bastante bonito y amigable. Espero que la gente que viva aquí no sea tan amargada y loca, como me lo endichó.

Pasamos por varias partes de la casa, como por la biblioteca, el spa  , gimnasio y más lugares que ya no recuerdo hasta llegar arriba donde están las habitaciones.

—Tú  habitación es la ante última del pasillo, está recién modificada ya que antes no se usaba, pero si necesitas cambiarla,avísanos y lo arreglaremos — dice apuntando la puerta y sonriendo.

—Está bien, No es necesario. — digo eso, entrando a la habilitación.

Es bastante grande, tiene pintada las paredes de un color Claro, y unos muebles de madera oscuros que resaltan perfecto con el estilo.

Veo mis maletas en un costado de la enorme cama. Al mirar todo el lugar  se nota un aura bastante particular, que me llama la atención , como que sintiera que alguien me este mirando.

Cuando me doy la vuelta, para preguntarle algo , noto que ya no está.

¿¡Okey!? ¿¡Eso sí es raro!?

Empiezo a sacar mis cosas de las maletas y sintiento esa aura rara...

Me han dicho  que la familia Shimt está loca, y que su casa está embrujada, pero no creo que sea verdad, algo que me enseñó la vida es que no hay que juzgar un libro por su portada.

Un Nuevo Atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora