Era un lunes 25 de febrero, a las 9:45 am.
Louis Tomlinson, un estudiante de una universidad de Doncaster, 19 años, ojos celestes, contextura delgada, pelo castaño y estatura media, luchaba contra las sabanas para poder salir de su cama.
-Nuevo día, misma mierda-Dijo murmurando, refregando los puños de sus manos en los ojos para intentar abrirlos y por fin levantarse.
Se dirigió al baño, tomo una ducha con agua a 25°, justo como le gustaba. Luego cepilló sus dientes y su cabello. Vistió una remera azul eléctrico con rayas horizontales color celeste, una babucha roja y zapatos blancos con cordones negros, los cuales no los ataba y los metía a los costados de los mismos.
10:15 am, el castaño se encontraba en la línea A de el tren, esperando por entrar en el mismo. Se dirige a el segundo vagón, como de costumbre, ocupando un asiento para dos personas, sentándose con sus pies cruzados sobre sus piernas.
-¿Pero qué?- Se quejó, pues un resorte de la butaca en donde se encontraba se había zafado y le lastimo el tobillo.-Santa mierda, deberían remodelar el tren, es de la edad de Hitler.
Ni bien termino de rezongar, vio pasar por el pasillo del bus a un chico de Holmes Chapel, cabello rizado, piel fina y blanca como la nieve, estatura alta, ojos verdes y 17 años aproximadamente, que vestía una campera de cuero negra que impedía ver lo que llevaba debajo de ella, unos jeans sueltos marrones y unas zapattilas en negro con bordado blanco. Tomlinson quedo boquiabierto. Si alguna vez dudo de su homosexualidad, este chico la confirmó.
El rizado se sentó en diagonal hacia delante de Tomlinson, cediendo la mirada de Louis hacia él.
Martes 26 de febrero, 9:45 am., la misma rutina diaria.
Tomlinson se dirigió al baño, tomo una ducha con agua a 25°. Luego cepillo sus dientes y su cabello. Vistió una remera anaranjada, junto con un chaleco de gabardina, un jean champagne, y zapatos negros con cordones grises.
10:15 am, y ya estaba dentro del tren de la línea A, en el segundo vagón, en un asiento para dos personas. Antes de poder acomodarse por completo, se dio cuenta que el chico de ojos verdes estaba en el mismo lugar de ayer. Louis quedo helado por completo pensando si tendría las agallas para cruzar hacia su asiento y preguntarle quien es.
-Si tan solo fuera más guapo, más listo, especial o simplemente de revista... Te sientas en frente y ni te imaginas, que llevo por ti mi fragancia mas dulce...-Se lamentaba el chico de ojos celestes -Algún día Lou, algún día...
Sabado 30 de febrero, 10:15 am.
Louis ya se encontraba en el tren, incomodando a el rizado con la mirada.
-¿Harry?-Se oyó una voz masculina, muy gruesa para el gusto de Tomlinson.
-¿Jeff? ¡Hermano, tanto tiempo! -Respondió el chico de ojos verdes -Ven, siéntate -Dijo invitándolo a sentarse a su lado.
-Con que Harry, eh -Murmuro Louis, un poco celoso por la compañía de ese tal Jeff que le hacía al rizado.
Cuando el tren llegó a destino, el castaño se levantó de su asiento bruscamente, provocando que su brazo derecho roce el izquierdo del menor. El verde y el celeste se encontraron. Pero solo por tres segundos, debido a que Jeff intervino -Camina Styles, no tengo todo el día.
-Ese estúpido Jeff ya me cae mal -Dijo el mayor con un nudo de enojo en la garganta- Styles, Harry Styles... Louis Styles, nada mal.
Y así pasaban los días, de lunes a viernes, Tomlinson y Styles lo único que intercambiaban eran las miradas y suspiros.
Jueves 11 de marzo, 10:15 am.
Louis situado en su butaca esperando por Harry. Pasaron tres minutos y el menor entro corriendo por la puerta del bus para luego sentarse en su asiento rutinario, peinando sus rulos con la mano.
Al fin llegaste, Styles, ya me estaba preocupando -Suspiró Louis, con la menor intención de ser oído por Harry. Por desgracia, su suspiro fue más un grito, pero estaba tan perdido en Styles que no se daba cuenta de lo que decía o hacía.
No paso ni medio segundo de las palabras del mayor, que Harry giro la cabeza 180° en dirección a Tomlinson, para luego ir a ocupar el asiento sobrante del lado del mismo.
-Yo no te conozco y ya te echaba de menos -Las palabras salían de la boca del rizado como el más preciado poema para los oídos del castaño. -Cada mañana, rechazo el directo y elijo este tren, solo para verte. Dime tu nombre, por favor.
L-Louis -Dijo tartamudeando -Louis Tomlinson.-En ese instante, el tiempo se detuvo. No importaba nada más. No les importaba nada más.
Ya estaban llegando, sus vidas han cambiado. Harry inhaló, exhaló y tomo la mano de Louis. De pronto llegan a un túnel, y las luces empiezan a parpadear para luego apagarse. Un estallido aturdió a todos los pasajeros.
El menor, con ayuda de sus manos, le encuentra la cara al mayor, y lo besa. -Louis -Dijo con la poca fuerza que tenía -Te quiero.
Louis sin poder responder, le devuelve el beso. Le ha regalado el ultimo soplo de su corazón.
