Serendipia: Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se esta buscando una cosa distinta.
Reborn Live, un alfa de cabello castaño y ojos oscuros, el mejor abogado de la ciudad, busca con urgencia una niñera para su cachorro Jack. Pero...
Las piernas de la Omega se movían con rapidez acercándose hasta el ascensor. Presionó el botón con ansias y en reiteradas ocasiones mientras sentía su corazón palpitar con frenesí. Una vez dentro de la caja metálica rodeada de espejos, presiono el numero 20 esperando llegar al ansiando departamento donde se sentía segura. Pudo ver en el reflejo en uno de los espejos, su pecho moviéndose rápidamente siguiendo sus aceleradas respiraciones, su boca se mantenía levemente abierta tratando de captar la mayor cantidad de aire, su mejilla se mantenía roja donde seguramente quedaría un moretón en su pómulo, sus ojos se mantenían enrojecidos y en la ceja derecha un, no tan profundo, corte dejaba emanar sangre que caía dejando un rastro en su cara.
Apartó la vista hasta las puertas esperando que estas se abriesen con rapidez mientras el pequeño lugar se llenaba de un intenso y desagradable aroma a agrios duraznos.
Las puertas se abrieron mostrando el vacío pasillo rodeado de blancas puerta, habitual el silencio que se mantenía en el lugar siendo las 03:00 am. Sus piernas se movían con prisa hasta la puerta número 207, donde esperaba ser recibida por el de ojos chocolate.
Frente a la puerta, golpeo tres veces anunciándose, esperando que abriese. Se sentía agotada, todas las emociones vividas durante menos de una hora le hacían temblar, sentía su estómago moviéndose con ansias buscando vomitar. Se aferro del marco de la puerta tratando de no caerse, volvió a golpear la puerta con insistencia mientras sus ojos comenzaban a volver a llenare de lagrimas dejando derramar algunas. Suaves pasos sonaron dentro de la habitación hasta acercarse a la puerta, una vez abierta alzo su vista en busca de aquellos ojos chocolates. Movió levemente su nariz buscando aquel aroma que caracterizaba al alfa frente si, que la observaba con asombro desde dentro de la estancia.
- ¿Qué cojones - No logro terminar la pregunta, cuando la omega frente a él se soltó del borde de la puerta cayendo hacia el frente. Rápidamente la tomo entre sus brazos sosteniéndola mientras esta se aferraba a su oscura camiseta. La abrazó por la cintura aun sin saber como reaccionar frente a lo que estaba viendo.
Aquella dulce y risueña chica que cuidaba a su cachorro con mas amor que su propia madre, se encontraba entre sus brazos, llorando desconsoladamente, golpeada y sangrando. Aquel dulce aroma a durazno que lo volvía loco cada vez que sentía, ya no tenia su característico dulzor, si no que se encontraba agrio, lo que te hacia imaginar duraznos descomponiéndose.
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El aroma a tabaco y menta que emanaba el alfa, dando una sensación de estar fumando aquellos cigarrillos mentolados, se mantenía suave en el ambiente del amplio departamento. Se encontraba guardando los bocadillos dentro de la pequeña mochila de su cachorro. Ya eran cerca de las 07:00 am, debía apresurarse o llegaría tarde a su trabajo luego de dejar a su cachorro en la escuela.
-¡Jack! Apresúrate o llegaremos tarde- Pronunció resonando su grave voz dentro del departamento. Pequeñas y rápidas pisadas se acercaban hasta él desde la habitación hasta la cocina. Un pequeño niño de cabellos negros se sentó en uno de los pupitres de la encimera, donde lo esperaba un vaso de lecho junto a un emparedado de mantequilla de maní y jalea- Buenos días...- Dijo su padre acomodando su corbata antes de beber el amargo café de su tasa, haciendo una mueca en el proceso.
