último primer día
El año escolar volvía a empezar, esta vez con los hermanos Miya en su último año. Ikamu quedó como capitana en el equipo, mientras que Atsumu como vicecapitán, y a Osamu, no le podía importar más eso.
No estaban emocionados en lo absoluto, era un año más con incluso más deberes. Lo único que les motivaba un poco, era jugar con el equipo.
La alarma del celular de Ikamu comienza a sonar, haciéndola sentarse como un robot, apagó el molesto ruido y pasó una mano por su cabello. Su, demasiado, corto cabello.
Comenzó a tocarlo desesperadamente con ambas manos, no tenía su cabello, medianamente, largo. Lo más rápido que pudo, se dirigió a la puerta abriéndola y luego abriendo la del frente con violencia.
— ¡Ustedes dos!— Ambos chicos teñidos se exaltaron aún más que con la puerta golpeandose con la pared.— ¡¿Qué me hicieron?! Espera...
— ¿Qué estás diciendo? ¡Dormíamos como bebés!— Atsumu finalmente se volteó a ver al responsable de su despertar, llevó una mano a su boca, sorprendido.— ¿Quién eres?
— ¿Cómo que quién soy? ¡Soy Ikamu, pero...! ¡Mi voz!— Frunció el ceño, mientras tocaba su cuello.— ¡Tengo la voz de papá, y tú la de mamá!
— ¿Qué?
— ¡Esa es mi voz! ¡Samu tiene mi voz!— Había un detalle que ninguno había notado todavía.
— ¿Por qué Samu, además de tener tu voz, parece una chica?— El rubio bajó su cabeza para ver a la cama de abajo. En eso vió como unos mechones rubios aparecian en su vista, y la incomodidad de la posición también.— ¡¿Qué, yo también?!
— Kamu-nee está plana.— Dijo Osamu, en lo que se paraba e iba al espejo de la habitación.— ¿Qué?
— ¿Cambiamos de sexo?— Ikamu tocaba su pecho extrañada.
— ¿Cómo es posible eso?— Las, ahora, gemelas preguntaron.
— ¡No lo sé, pero no hay otra explicación!— Luego de tanto grito, los progenitores de los jóvenes aparecieron. También se cambiaron.
— ¿Ikamu?— Preguntó el padre con una voz aguda, haciendo demayar a su esposa, ¿o esposo?
— ¡No podemos ir al colegio así!
— ¡Tienen que ir!— Después de los regaños de su padre, no tuvieron opción.
— ¿Esa es Kaneki-kun?— Preguntó Tsumu dirigiéndose a una chica albina.— ¿Todos cambiamos?— Hola, Dios, soy yo de nuevo.— Ikamu subió la mirada, encontrando claramente a las blancas nubes brillosas por haber tapado el Sol.
— Al menos no será tan raro.— Animó Osamu.
Las clases habían sido, sin dudas extrañas, los aspectos y nombres de todos se contradecían. Y algunos se avergonzaban de su estado, los profesores explicaron lo sucedido.
Era todo obra del eclipse lunar del día anterior. Aunque hayan varios eclipses en una década, cada 15 años sucedía aquello. Eso quiere decir que, los alumnos de tercero ya habían pasado por aquello, pero al ser tan pequeños no lo recordaban.
Al terminar las clases, Ikamu como capitana, se dirigió al gimnasio para empezar las actividades del club, y ver cuántos miembros nuevos habría.
Luego de un rato estaban los de segundo, que ya se conocían y los de tercero, ellos, pero no se había percatado.
— Hola.— Una dulce voz le puso la piel de gallina
— ¡¿Rintarō?!— Un pequeño hilo de sangre cayó de la nariz de la más alta.
— El mismo, estás... Alta.— Miró de arriba a bajo.
— Y tú bajito. Creo que nuestras alturas es lo único que disfrutaré este día.— Dijo con burla, Suna le sacaba poco más de diez centímetros, y ahora medir unos, tal vez, 1,80 centímetros para Ikamu era maravilla.
— Disfrútalo mientras puedas.
Ikamu habló con los nuevos, parecían chicas muy bonitas, sabía que eran realmente chicos, así que les comentó que esperaba verlos mañana. Aunque había un chico algo alto, iba a ser la mánager.
— Ahora esperemos por quince años más, a ver qué tan lindos nos veremos en otro aspecto.— Dijo Osamu riendo levemente.
— Yo estoy más lindo que ustedes.— La Miya mayor sacudió su cabello, le parecía cómodo pero dudaba en como le quedaría el corte con su cuerpo real.
— Por ti me haría gay.~— Jugueteó Suna, de puntas para alcanzar la oreja de su pareja.
— Yo realmente dudé de mi sexualidad este día.— Confesó ella, algo sonrojado.— ¡No he visto a Shina-chan como un nene!— Hizo una pose dramática, lamentándose el no haber visto a su pequeña cuñada.
— Podemos ir ahora, si la tienes enamorada como chica, no me quiero imaginar así.
— ¡Cuidado que no te roben a la novia!— Bromeó un poco Tsumu, para luego separase de la pareja junto a su hermano.
hola¡ tomen esto como otro especial, porque la verdad es que no tenía planeado subir algo así, y seguir con la historia normal¿ PERO no iba a publicar nada hasta navidad🙊
y como una amiga casi me mata x decir eso, decidí hacer uno en medio del último capítulo publicado y el siguiente que iba a ser el timeskip, y bueno nadaksjdksjs chauchis😗
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a girl?! | 3rd miya
Short StoryLos Miya esperaban tres varones, pero al parecer eran solamente dos, y una niña. Pobre Ikamu, ¿soportar a sus mellizos? • one shots (?