Fanfics Lemon De Ranma Mujer X Ryoga

Un Masaje Muy Aceitoso

Una mañana cualquiera iba Ranma caminando por la calle, cuándo de pronto una mujer le entrega un volante.

-buenos días muchacho, acércate a nuestro local -dijo una señorita.

-¿eh? -dijo sorprendido.

-para qué te animes, solo te cobraré la mitad -dijo la mujer, queriendo convencerlo.

-no estoy seguro de ir -respondió Ranma dudoso.

-vamos anímate no hay nada mejor, como unos buenos masajes, te vas a relajar mucho -dijo la mujer sonriente.

-"creó qué me vendrá bien estar relajado, pues mi vida muchas veces es un caos" -pensó Ranma.

La mujer lo miraba esperando su respuesta, quería como a de lugar ganarse un cliente.

-está bien iré -respondió.

-que bien, no te vas arrepentir -dijo la masajista muy contenta.

Luego de aceptar siguió su camino de regresó a casa. Después de almorzar decidió ir al local.

-bueno iré a ese lugar, después de todo me caería bien un buen masaje -dijo saliendo de la casa.

Al llegar a local vio qué había puras mujeres, esperando su turno. Se sintió un poco cohibido, por la presencia femenina.

-yo voy a pedir qué me den masajes en todo mi cuerpo -dijo una mujer.

-yo también, lo bueno es qué son puras mujeres así no me dará vergüenza estar desnuda -dijo la otra.

Ranma al escuchar la palabra desnuda, se puso nervioso, pues no querían qué alguien viera su desnudez. Se levantó para preguntar por el baño.

-lo mejor será qué sea una chica para esto -dijo Ranma mojandose.

Salió del baño más tranquila, pues así no habría problemas con su desnudez. Luego de un buen rato, le tocaba su turno. Se desnudo por completo y se tapó con la toalla qué le ofreció la masajista.

-recuestate por favor de espaldas en la camilla -ordenó la masajista.

Ranma obedeció las indicaciones, se echó en la camilla. La masajista se puso a un costado de ella y empezó a masajearle el cuello. Deslizaba sus dedos hacia los costados de su cuello, hasta llegar a sus hombros, con una presión uniforme. Ranma hizo un si sonido leve de dolor.

-estas muy estresada muchacha -dijo la masajista.

-bueno siempre los problemas me persiguen -suspiró Ranma.

-no te preocupes, después de esto vas estar muy relajada -aseguró la masajista.

-eso espero -respondió Ranma.

La masajista se hecho aceite en las manos y volvió a masajear su delicado cuello. Ranma sentía como su cuello empezaba a calentarse. Nunca en su vida hubiera imaginado, lo bien qué se sentía ser masajeada. Disfrutaba del los masajes, que poco a poco se iba olvidando sus problemas. Solo se concentraba, en las benditas manos de la masajista. De pronto el celular de la masajista empezó a sonar.

-me disculpas un momento, ya regresó -avisó la masajista.

-ok -respondió Ranma.

La masajista salió del cuarto por privacidad. Dejando a Ranma en la camilla. Se estaba empezando a relajar, parecía tan lejanos los golpes qué recibía, ya sea de su prometida o de sus enemigos. Pensaba qué valía la pena gastar sus ahorros en un buen masaje. Fuera de ahí, en la calle iba caminando su rival de amores.