Capítulo 2. ¡De nuevo!

13 9 8
                                    

Teo: En línea
Hora: 9:30 pm

¡Hola Amigo! Hoy decidí a escribirte porque me preocupas. No te veo en clases desde hace un mes. Ya no me escribes. ¿Qué pasa?

.............................

Estuvo en línea hasta la 1am y no vio mi mensaje. No había vuelto hablar con él desde aquella vez. Y me sentía mal.
Me reuní con Juan; este si hablaba con Teo y yo necesitaba saber que le pasaba.
Ya sentados en los bancos fríos de la plaza hablamos.

_Y estoy preocupado por él?
_ Casi no hablamos. Desde que terminó con Susana no ha vuelto hacer el mismo. Ya nada es como antes Matt. Creo que es porque ya hemos crecido.

_ Ojalá fuera eso. Algo más sucede con Teo...

_ Pero no eres su guardian para estar averiguando qué le pasa. Deberías ya relajarte y seguir tranquilo. Dentro de una semana es la graduación y obligado Teo debe estar ahí, a sido un buen estudiante a pesar de todo... Los futuros Abogados del país. _Dio una sonrisa después de darme con su codo en mis costillas.

_Si. Seguramente lo veamos ahí.

_ Ahora ve a casa y piensa que le dirás ese día.

Le hice caso a Juan y esa tarde me fui a casa donde descansé muy bien.
Los días pasaron y yo seguí adelante.
El día de la graduación llegó y ahí lo ví. Se veía hermoso con ese traje. Quise salir a abrazarlo pero me contuve. Todo ese día estuvo muy bonito y animado. Ya al finalizar, él dió unas palabras de ánimos a todos los chicos. Me sorprendió mucho que fuera el quién daría aquellas palabras.

_ Hoy es un día más. Pero no es cualquier día. Es un día para recordar que somos personas con un propósito. Estamos aquí para hacer feliz y para que nos hagan felices. La vida continúa a pesar de los baches que consigamos en el camino, a pesar de las tristezas, pero jamás debemos rendirnos porque así seríamos débiles. Y si llegamos hasta aquí después de estos 3 años aguantando al profesor Rivera, (hubo risas en el público) quiere decir que podemos aguantar más y llegar lejos. Este aplauso no es para mí. Es para ustedes. Gracias.

Se bajó, fue felicitado por todos, aún seguía ignorandome. La gran mayoría se estaba yendo a la fiesta. Yo había decidido no ir. Así que me fui a casa bien temprano. Mis padres me habían hecho un pastel de arándanos muy delicioso y eso me emocionó. Después de un rato con ellos me fui a dormir.

Los días comenzaron a pasar y aún no sabía de Teo. Todo el día pasaba revisando el WhatsApp y lo veía y línea pero mi mensaje de haces meses todavía no lo había visto. Eso me causaba una frustración enorme.

Me uní a un bufé de abogados muy conocidos en la ciudad. Fui muy aplicado en los estudios así que básicamente fueron ellos los que me pidieron que me uniera. Me tuve que mudar a 5 horas de mis padres para poder trabajar más cómodo. Me iba bien. Sobretodo al conocer a gente nueva. Pero a pesar de eso seguía viendo el WhatsApp y veía a Teo en línea.
Mi jefe me dijo que llegaría un nuevo integrante a nuestro grupo. Era un abogado joven con mucha experiencia, uno de los mejores abogados del país, mi bufé lo quería como fuera, tenerlo con nosotros significaba dinero y más reconocimiento, y yo le iba hacer la entrevista.

Esa mañana me fui más temprano a la oficina, yo estaba algo nervioso. Al estar ahí, tomé mi habitual café hasta que entró la secretaria diciendo.

_ Matteo, ya llegó el abogado para la entrevista, lo hago pasar?

_ Oh si.

El joven entró y tomó asiento yo estaba de espaldas viendo por la ventana. Al voltear a verlos me paralicé. Era Teo quien estaba ahí.

_ Teo, eres tú?
_ No sabía que tú estabas en este bufé _dijo viendo a fuera como tratando de huir.
_ Si. Llevo un par de años aquí. ¿Cómo estás? Siéntate.
_ Esto debe ser un error._ Habló y salió. Yo quedé totalmente petrificado. La secretaria entró y me preguntó que qué pasa.
_ No lo sé. Simplemente se fue._ Dije.
_ ¿Le hablo al jefe?
_ Si por favor, dile que el muchacho solo dijo que esto debía ser un error y salió. Trataré de alcanzarlo para que me explique qué pasó.

Yo casi corría por los pasillos para alcanzarlo. Subí al ascensor. Llegué a bajo y lo ví subir a su camioneta. Ya era tarde; se había ido. Pero estaba vez no me daría por vencido. Busqué mi auto y lo seguí. Logré interceptarlo a la tercera manzana, lo seguí con sigilo. Se estaba alejando de la cuidad y adentrándose a una zona residencial muy populosa rodeada de bosque. Aquí no vivía cualquier persona, solo gente con mucho dinero. Al estar ahí llegué a preguntarme porqué aún lo seguía. Su automóvil se detuvo frente a una hermosa casa blanca con negro, de amplios ventanales y altos pinos. Cobré valor. Me bajé de mi auto y salí a donde él muy rápido para no dejarlo entrar a la casa sin antes decirme que le pasaba. Lo alcancé y le pregunté:

_ ¿Qué diablos te pasa Teo?
Él me puso la mano en la boca, me empujó con fuerza a la casa. Me llevó casi arrastrado al interior de la casa y me arrojó en el sofá.
_ ¿Quieres saber que me pasa?_ gruñó.
_ De una Teo.
Se comenzó a desprender de su ropa. Dejaba ver su cuerpo bastante moldeado, un tono de piel muy hermoso. Ya estando en boxer salió no se a donde, esa era mi oportunidad de huir pero algo me detuve. Entonces volvía a la sala, esta vez traía cosa consigo. Se acercó a mí y llevó mis manos a la espalda las ató con algo de cuero.
_ ¿Qué haces?
_ Trato de ver si puedo revivir aquel día que no sale de mi mente.
Yo estaba realmente anonadado. Bajo y quitó mi pantalón así como mi boxer, entonces llevó mi pene a su boca practicandome sexo oral, yo jamás pensé que algo así pasaría ese día y menos con él, jamás lo esperaba.
Se levantó y se posó en mi boca diciendo:
_ Serás mío de nuevo, pero está vez no seré el niño bueno.

♉♉♉♉♉♉♉♉♉

Hola chicos que leen está historia. Me gustaría que me dijeran cómo va quedando mi historia🥺

El Último MensajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora