2. Espíritu irlandés

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- ¿Qué pasa Heatherwood, demasiado pequeña para poder trasladar sin caerte?

Era George. Olivia notó la vergüenza subirle por el cuello, pero no iba a dejar que se burlase sin más.

-Es lo que pasa cuando tienes una altura normal, querido gemelo mutante-respondió con una sonrisa. George la miró sorprendido, sin poder creerse lo que acababa de decir. "Le acabo de insultar. Grande Olivia, ¿puede alguien golpearme con una sartén?" se dijo a sí misma.

George seguía agarrándola por los hombros, sus manos no hacían otra cosa más que calentar la zona y cuando Olivia se apartó de él avergonzada, sintió un vacío donde estas se habían apoyado. El gemelo se le quedó mirando intensamente mientras la chica se dirigía hacia su amigo que hablaba animadamente con el resto del grupo del lugar en el que acamparían. Al verla acercarse, le puso el brazo en el hombro.

-Oli, no te olvides de que estamos para ver un partido, no para participar en una telenovela - le dijo Ced riéndose.

-Sólo me ha sujetado al caerme, no es nada Ced- bufó ella. Trató de decirlo segura, pero para su interior, Olivia deseaba que hubiese sido algo más.

El chico negó con la cabeza y siguió hablando con el grupo hasta que llegaron a la zona en la que acamparían. En su parcela había una tienda diminuta para el grupo, sin siquiera considerar a las personas que todavía no estaban ahí. Olivia fue a decir algo, pero al ver como entraban sus acompañantes y que no parecía faltar sitio, entró sin rechistar.

Nada más meter la cabeza dentro de la tienda, observó un amplio sitio dividido en varias habitaciones teniendo incluso una cocina y un salón. Era alucinante, se notaba que esto era obra de la magia. Empezaron a dividirse las habitaciones y Olivia dormiría con las chicas, por lo que las siguió hacia su cuarto.

Al entrar colocó su mochila en la cama que estaba libre y empezó a sacar sus cosas, paró de desempacar cuando una mano le llamó la atención dándole unos golpes en la espalda.

-No sé si me conocerás, pero soy Hermione Granger y esta es Ginny Weasley. Has dicho que tu apellido era Heatherwood, ¿acaso eres una...?

-¿Nacida de muggles? -completó la frase Olivia- Sí, como tú. Mis dos padres son abogados, vivimos cerca de Cedric, por eso he podido venir.

-Pues es genial que lo hayas hecho, no nos vendrá nada mal una chica más en el grupo, sobre todo para aguantar a Fred y George. - comentó Ginny con una sonrisa.

Las chicas estuvieron un rato más conociéndose, hasta que Harry y Ron le dijeron a Hermione que si los acompañaba a coger agua. Hermione accedió y Ginny aprovechó que salían para ir a ver a algunos amigos suyos de Gryffindor. Olivia salió de la habitación para ir a estar con Cedric, pero le vio que también iba a salir.

-¿A dónde vas Ced?

-Oli no digas nada, pero Cho me escribió el otro día para decirme que iba a venir y me apetece muchísimo verla, a solas. -Olivia le miró mientras se reía y Cedric continuó hablando- No me gusta dejarte sola, pero llevo sin verla todo el verano ¿te importa?

-Ced no me importa, salúdala de mi parte- no le apetecía quedarse sola, pero prefería apoyar a su amigo en su floreciente romance.

-Gracias Oli, te quiero.

-Yo también te quiero idiota.

Tras darse un abrazo, se despidieron y Olivia merodeó por la casa. En la cocina estaban los dos adultos del grupo intentando preparar un té y la cena que se llevarían para ver el partido. Todavía no habían llegado el resto de hijos del señor Weasley, pero Olivia ya sentía la emoción versión flotando por el aire. Fue cuando se dirigía hacia su habitación que encontró a los gemelos con grandes dificultades mientras se preparaban para el partido. Intentaban pintarse la cara de los colores del equipo irlandés, pero les estaba quedando terriblemente mal.

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2020 ⏰

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