—Si mamá, lo se. Pero primero quiero instalarme antes de que vengan a visitarme.— respondio cansado el ojiazul. — dame un par de días y después pueden venir a conocer el departamento, lo prometo.— Louis amaba a su familia, en serio lo hacía. Tenia una madre de lo más amorosa, un padre trabajador y una hermana que siempre estaba dispuesta a escucharlo y apoyarlo en todo. Su familia no era perfecta, pero no tenía nada de qué quejarse... Excepto una pequeña cosita: a veces eran realmente pesados en lo que respecta pasar tiempo con él ojiazul.
La decisión de independizarse del castaño empezó por querer liberarse un poco de su tan amorosa pero pesada familia. Tenia veintitrés años y aun vivía en la casa de sus padres, cada mañana se levantaba, desayunaba con ellos, iba a trabajar y cerca de las cinco de la tarde regresaba a la casa, a veces veía algo de tv con su hermana u otras veces se encargaba de terminar unas cosas del trabajo, y finalmente a la noche cenaba con su familia y se iba a dormir. Siempre era lo mismo y era tortuoso.
Lo único que cambiaba eran los fines de semana que pasaba tiempo con Zayn, quien aunque era considerado un miembro más de la familia, era muy diferente a Louis. Zayn odiaba la rutina y lo cotidiano, él iba a su onda y siempre que podía arrastraba al ojiazul a su aventura, con tal de hacerlo vivir un poco.
—No, Zayn se fue anoche. No podía quedarse mucho tiempo por el trabajo. Espera ma, te pongo en altavoz así puedo seguir ordenando.
—¿Y qué hay del trabajo hijo? ¿Hablaste con tu jefe?
—Si, esta mañana lo llamé. Me pasó la dirección de la oficina que tienen aquí, mañana ya empiezo.
—Genial Lou. ¿Conociste a tus nuevos vecinos? ¿Son amables?
—Todavía no conocí a nadie ma, ayer estuve todo el día encerrado en el departamento ordenando. De hecho, ahora pensaba salir a comprar algo para desayunar.
—Oh de acuerdo, bueno entonces te dejo hijo. Cualquier cosa que necesites llámame y yo estoy ahí en un segundo.
El ojiazul rodeó los ojos y sonrió. —No te preocupes, mandale saludos a papa y a Lottie. Te amo, adiós.
El departamento no era muy grande, pero definitivamente era hermoso. Constaba de una sala principal, una habitación grande, una cocina bastante acogedora y un pequeño balcón, el cual daba la vista a un precioso parque. Louis definitivamente podría acostumbrarse a este lugar.
Se dirigió al baño y observo su reflejo frente al espejo: debería peinarse antes de salir así a la calle, sino de lo contrario asustaría al primer vecino que se cruce y no podía dar esa impresión a la primera.
Se acomodó un poco el cabello, agarro una chaqueta abrigada porque a fuera estaba que helaba y palmeo el bolsillo trasero. Bien, llaves y dinero. Todo listo.
Apenas cerró la puerta sintió una rafaga de viento acariciarle el rostro. Probablemente debería entrar a buscar su gorro también.
—¡Hey vecino!
Un castaño simpático lo saludo. Louis trató de recordar si ayer lo había visto, pero no.
—Oh, hola tu...
El castaño rió y se acerco. —Soy Liam, mucho gusto.
—Yo soy Louis. —Sonrió amable. Louis nunca fue muy sociable, de hecho al principio solía ser una persona bastante tímida.
—Asi que... qué te trae a Petersburg?
—Bueno, necesitaba un cambio de aire supongo. —Se encogió de hombros.
—Eso es genial, siempre es bueno un cambio. — asintió y miro su reloj. — Oh lo siento Louis, pero llego tarde a trabajar. Pero ¡hey! Cualquier cosa que necesites yo vivo aquí ¿si? —Señaló una casa muy bonita de color madera.
—Gracias, eh de hecho ¿podrías decirme una cafetería o panadería por aquí?
—Al final de la cuadra a tu derecha tenes la panadería Styles, es de un amigo mio, decile que vas de parte mía y te aseguro que te hace algún descuento —Le guiñó un ojo. — bueno me voy, nos vemos después ojitos azules.
O eso fue muy raro o la gente de este pueblo era muy amigable. Sin embargo no debatió mucho porque enseguida sintió gruñir su estómago. Necesitaba urgente algo de comida. Así que siguió las indicaciones hasta llegar a un local muy hogareño.
Apenas cruzo la puerta un olor a pan recién horneado lo invadió por completo.
Observo con detalle todo el lugar: era una panadería muy linda a decir verdad, no era grande pero estaba perfectamente decorada, con colores pasteles y distintos tipos de artesanías que se veían deliciosas. Por un lado estaba los panes y bizcochos salados. Por el otro estaba lleno de donas, cupcakes, masitas y muchas otras cosas que se moria por probar.
—Buen día, ¿qué puedo servirte? — Cuestionó el de rulos observando como el castaño miraba con delicadeza toda su panadería.
—Hola, uhm... ¿me mando Liam? — Pregunto más que afirmar.
—¿Liam? ¿De donde conoces a Liam? — El ojiverde realmente no recordaba que su amigo le comentara algo del castaño que se encontraba enfrente suyo.
—Somos vecinos.
—Oh, así que tu eres el nuevo chico que llego al pueblo. — el castaño asintió y le otorgo una sonrisa de lado. — Yo soy Harry. —extendió su mano.
—Louis. — estrechó la mano.
—Bueno, entonces Louis ¿qué tenes ganas de comer?
—No lo sé la verdad, todo se ve muy rico.
—Y te aseguro que sabe aun mejor de lo que se ve. —Sonrió mostrando sus oyuelos.
—Uhm... voy a llevar un kilo de pan. — Pidió recordando que no tenia nada en la casa y podía llevar eso para más tarde preparse unos sanguches. —Oh y también un cupcake.
—Muy bien, entonces un kilo de pan y un cupcake.
—¿Cuanto seria?— pregunto sacando el dinero de su bolsillo.
—No te preocupes, yo invito.
Vaya que decir el nombre de Liam había funcionado.
El castaño sonrio y por segunda vez se preguntó por qué las personas de este pueblo eran tan amables—Gracias Harry.
—Espero verte pronto Louis.
[...]
Oh, definitivamente que el rizado iba a ver pronto a Louis, ese cupcake dentro de la boca del castaño parecía un paraíso. Louis nunca había probado algo tan sabroso, tenía la textura y la cobertura perfecta. Probablemte el ojiazul encontró su panadería favorita.
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Un cupcake para Louis | LarryStylinson
FanfictionHarry Styles con 24 años ya tiene una exitosa panadería en un pequeño pueblo de Alaska y se sabe de memoria todo lo que sus clientes siempre quieren comprar. Louis Tomlinson, excelente contador e hijo de familia se muda recientemente, y cada domingo...