Naruto el hijo de Arthemisa

Prologo. El inicio

Los personajes de Naruto ni percy Jackson me pertenecen, les pertenecen a sus respectivos autores lo único que me pertenece es la historia porque yo la pensé por lo tanto no vengan a decir que me copie, si quieres que esta salga en su canal de youtube solo pido que me avisen y que me den los créditos de la historia nada mas

Prologo

Se puede ver Estados Unidos o USA, más específicamente Nueva York, más específicamente enzima del Empire Estate, el Olimpo más específicamente en la sala del trono

Se encontraban actualmente todos los dioses olímpicos junto a Hades y Hestia celebrando el solsticio de invierno

Todos los olímpicos estaban haciendo sus cosas Hades estaba meditando, Hestia estaba cuidando el Hogar, Zeus estaba discutiendo con Poseidón sobre quién era el hijo favorito de su madre (idiotas)

Hera estaba hablando con Deméter sobre quién sabe qué cosa, Hefesto estaba jugando con una maquina, Ares y Afrodita estaban prácticamente teniendo sexo con la ropa puesta, para disgusto de Arthemisa

La propiamente dicha esta tensando su arco para cuando termine la reunión dispararle dos flechas a Ares y Afrodita, Apolo estaba hablando con Hermes de cual comida de Japón era la mejor, Athenea estaba leyendo un libro, y Dionisio estaba leyendo una revista de vinos, todo se detuvo de repente debido a que se sintió dos poderes MASIVOS que no se podía sentir la ubicación

Zeus: ¡¡¡Iris muéstranos de donde vienen esas fuentes de poder!!! *grito el pikachu gigante*

No mucho tiempo después de su grito apareció una niebla que se formo para ser una pantalla gigante en donde se mostraban a tres figuras

Una masculina y dos femeninas, por lo que se podía ver las fuentes de esos dos poderes eran una mujer de pelo blanco con un Kimono de princesa de color blanco con decoraciones moradas y doradas con nueve magatamas en el cuello, tenía una piel tan blanca como la nieve y parecía tener algo parecido a orejas de conejo que se asemejaban a cuernos, tenía un tercer ojo en la frente bastante raro, que era completamente rojo con cuatro círculos concéntricos alrededor de la pupila que era un pequeño punto, en medio de los anillos, había nueve aspas, tres entre cada anillo, también sus ojos eran de un blanco perlado bastante hermosos, lo que con todo, la hacían parecer una diosa

La otra fuente era un hombre de fuego que parecía estar en sus 25 años, tenía el pelo rubio tan brillante como el fuego, con dos cuernos hechos de su propio cabello que estaban encima de su frente, tenía unos pantalones negros holgados que parecían estar unidos a la camisa también holgada de también color negro, enzima tenía una chaqueta dorada abierta con nueve magatamas en la espalda, también tenía seis magatamas en el cuello de la chaqueta, además de que todo parecía ser de fuego, y había nueve esferas negras flotando detrás de él, su piel era de un color blanco que contrastaba con su vestimenta, media unos 1,87, también lo más extraño de él no era todo lo ya descrito, sino sus ojos, unos ojos dorados con la pupila en forma de cruz tan hermosos que con solo mirarlos te hipnotizarían

Ese encanto funciono en el caso de las féminas del Olimpo, dejándolas con un sonrojo monumental, para disgusto silencioso de los hombres, la única que no estaba así era Arthemisa, eso sí, no pudo evitar maravillarse de esos hermosos ojos

Además de esos dos, estaba la otra figura femenina, una mujer con un escultural cuerpo de unos 1,72 que era resaltado por su ropa, tenía unos pantalones holgados de color negro, una camisa blanca que se pegaba a su torso de una forma sorprendente, tenia pechos copa D, encima de toda su vestimenta había una armadura de samurái etérea de color purpura, su pelo era de color negro arreglado en una coleta baja, tenía unos ojos incluso más extraños que los del hombre, su ojo izquierdo era rojo con la pupila siendo una estrella de tres puntas dentro de un átomo de color negro, lo de fuera del átomo era también de color negro, su ojo derecho era un ojo morado con cuatro círculos concéntricos con la pupila siendo un punto, entre cada anillo había nueve aspas o tomoe, tres entre cada anillo, tenía la misma edad de el hombre de fuego