Capítulo 2

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La alarma programada sono por décima vez, mientras una de mis manos se dirigía a apagarla y la otra sostenía una almohada en mi cara.
Dos golpes se escucharon en la puerta y tarde en contestar.

-¿Si?- pregunte mientras reaccionaba al levantarme.

-Señorita Eva, la señora Carla me mando a buscarla- gruñi y me levanté de mi comoda cama para levantarme y abrir la puerta.

-Gracias Ana, bajaré enseguida- por un lado agradecía tener a Ana en casa ya que estaba acostumbrada a levantarme con los gritos de mi madre. Si todas las mañanas iba ser así, no me quejaria de nada. Ana asintió con una gran sonrisa y se marchó, mientras cerraba la puerta sentí un golpe.

-Auch- vi a Zoé tocando su frente y me sentí culpable- Eva, ¿Quieres dejarme un chancho en la frente?- reí y la hice pasar a mi habitación mientras cerraba la puerta.

-Se dice chichon Zoé y primero buenos dias- la mire como estaba vestida, con su ropa europea y reí. Se veía de revista, con su vestido color piel y su tapado rosa pastel.

-¿Qué te parece mi nuevo look? Carla dice que me parezco a un ángel- asenti, mientras me dirigía al baño a prepararme- Pobre mujer, si sólo supiera que soy una pequeña demonio - hablo Zoé mientras se sentaba en mi cama.

-Me encanta tu look y le enviaré una foto a mamá para que te vea- se sorprendió a mis palabras.

-¡Quiero hablar con Mamá! ¿Podríamos llamarla, luego de volver?- Asenti, la puerta sono y mire a Zoé que su mirada se dirigió a ella.

- Lo siento por pasar de esta forma, sólo quería saber si ya estaban listas- la voz de carla sonó en la habitación y mire a Zoé quien me miro con cara de pocos amigos y negué.

-Carla, mi hermana es muy irresponsable y impuntual- reí mientras me cepillaba el pelo- Aún no se como le cura a las personas los pedos. - mira a Zoé mal y está bajo de mi cama para irse con una Carla llena de risas.

Mientras me arreglaba para salir, los recuerdos de la noche anterior rondaban en mi cabeza, dejándome pensando en el hombre se ojos azules que me había puesto como loca.

El celular sono en mi cama mientras me dirigía hacia ella, el nombre de mi amiga se encontraba en la pantalla.

-¡Maldita! ¿Por que no avisaste que te ibas con el?- me golpie la frente olvidándo que la había dejado.

- Lo siento Mara- hablé tirandome en mi cama.

- No importa eso ahora ¡Cuéntame cómo estuvo!- gritó y aparte el teléfono de mi oído.

-increible- hablé despacio recordándolo.

- Sabes te perdonó el dejarme tirada por que puse a tu guardaespaldas como borracho y ahora lo tengo en mi casa- abrí mis ojos recordando a Tobías y escuchaba como se reía ella en la línea.

-¡Dile que venga antes que papá lo despida!- grite y corte terminando de arreglarme.

...

-¡Quiero ese unicornio!- grito Zoé apenas vio al gran muñeco en la vitrina de una tienda de juguetes.

-¿Para qué quieres uno?- pregunte sin sentido y ella se cruzó de brazos.

-¿Acaso en la noche al dormír  no sientes miedo y quieres o necesitas abrazar a alguien tan esponjoso como ese unicornio?- hablo tan rápido que sólo asenti y mire a carla quien miraba encantada a Zoé. Mis ojos de dirigieron a Tobías quien se dormía parado y su compañero de trabajó  (El  guardaespaldas de Carla) empujaba su hombro para que despierte.

- Bueno Zoé, compremos ese unicornio- mire a carla quien le tomo la mano a mi hermanita y está gritó de la emoción.

- Bien yo iré a comprar el libro que quiero, las estaré esperando por allí- señale las bancas del centro comercial donde nos encontrábamos y ellas asintieron.

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