El Tejano ♡ KookV [3S].

Capitulo 2

- ¿Quieres bailar? - Taehyung se sorprendió por la pregunta y miró curioso la mano que el chico le ofrecía y no tuvo que pensarlo dos veces para asentir y tomarla, porque estaba a punto de realizar ese mismo pedido si el azabache no se atrevía. En el camino al primer piso no soltaron sus manos, a Jungkook le gustó la sensación de la mano del chico contra la suya, no era delicada ni mucho menos femenina, era fuerte y rasposa, pero aún así se sentía bien.

Encontraron un lugar entre el mar de personas y la canción cambió. Santa mierda.

-¿Sabes bailar? - eso mismo se preguntaba él en ese momento así que solo se limitó a sonreír mientras Taehyung se acercaba y el ritmo latino se escuchaba por todo el lugar. Jungkook sabía bailar, y lo hacía jodidamente bien, si se tratara de cualquier otro ritmo. Se defendía perfectamente en el baile urbano, algo del contemporáneo, gracias a Jimin, e incluso aquella música vulgar en la que solo tenias que restregarte con la otra persona. Pero no salsa, eso no lo sabía y Dios no lo estaba ayudando porque ese era el ritmo que sonaba a través de los parlantes.

Lo intentó, jura que intentó coordinar sus pasos y seguir los de Taehyung pero a mitad de canción se dio cuenta que eso no resultaría bien. Sin embargo, el peligris reía para sí mismo sin querer que el otro se sintiera ofendido o apenado mientras trataba de no romperse a carcajadas antes de que la canción acabara. El mayor encontraba algo tierna la situación, por cómo la mirada del azabache lo evitaba y sus manos inseguras tocaban casi de manera inexistente su figura.

Finalmente el calvario al que había sido expuesto acabó, Jungkook no se había sentido tan miserable desde la vez que le cayó un tarro de pintura en la escuela cuando su compañera Moonbyul tropezó, logrando que media escuela se riera de él. Pensó seriamente en volver a donde estaban e inventar una excusa, como que su perro había muerto y su madre lo necesitaba, para escapar de la vergüenza pero Taehyung se dio media vuelta y comenzó a bailar al ritmo sensual de la nueva canción.

Jesús, hijo de Dios, ayúdame a sobrevivir a este hombre.

El azabache estuvo cohibido al inicio, pero luego de que su cuerpo dejara la pena de hace un rato tomó las caderas del chico finalmente comenzando a seguir su ritmo, a media canción el peligris se dio la vuelta pasando ambas manos por detrás de su cabeza y dejando sus antebrazos reposar cerca de los músculos trapecio.

-Entonces...¿Qué planes tienes? - el cálido aliento de Taehyung le hizo cosquillas cuando susurró en su odio y Jungkook solo quería que sus neuronas funcionaran con naturalidad y le dieran una respuesta que no lo hiciera quedar como un estúpido.

- No lo sé ... Emborracharme y fingir que puedo bailar - el chico se alejó un poco aún si apartar sus brazos de él, inspeccionando qué tan serio hablaba y rio abiertamente cuando observó la expresión de de Jungkook. El azabache detalló cómo sus ojos se hicieron más pequeños mientras reía y no pudo evitar pensar que no había vuelta atrás, se había enamorado a primera vista de ese chico.

- No estuvo tan mal - Taehyung finalmente se recompuso aún sin dejar de moverse con el ritmo de la canción lenta que sonaba. El azabache hizo una mueca porque obviamente su baile en la salsa había sido uno de sus mayores fracasos en esos veintidós años de vida.

- Ambos sabemos que si lo fue - Jungkook se acercó nuevamente aprovechándose de la música alta para que sus cuerpos lograran estar más juntos - Vamos a tomar algo - Por más que deseara seguir sintiendo el cuerpo de Taehyung junto al suyo tenía sed, y no quería que su garganta se secara y su voz saliera cortada, cosa que siempre había odiado de su organismo. El peligris asintió y se acercaron a la barra sin querer subir nuevamente al segundo piso.

- Entonces Jungkook... - el cuerpo del mayor estaba girado en su dirección haciendo que las rodillas de ambos rozaran y él pudiera detallar los brillantes ojos del chico, producto del alcohol en su sistema - ¿Te gusta Friends? - la pregunta lo descolocó, no cualquiera cuestionaba eso en un bar, aunque viéndolo de otra forma, Kim Taehyung no era cualquiera. El peligris aguardaba por su respuesta mientras ingería su bebida sin despegar los ojos de los suyos. Su interrogante podría ser una pregunta con trampa, tal vez esa era una prueba, la cual tenía dos caminos viables, seguir con su compañía o que lo evitara por el resto de la noche, así que sin pensarlo contestó la primera babosada que cruzó por su mente.