𝑬𝒍 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒎𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑺𝒉𝒆𝒏

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Luo Binghe se consideraba a sí mismo una persona que superaba al promedio, ya que estaba dotado por las tres virtudes: era guapo, rico e inteligente; siempre había sido popular, incluso en su etapa más oscura, no obstante, toda esta confianza se desvanecía cuando pensaba o veía a cierta persona.

El hermoso maestro Shen.

Sólo entonces se sentía como un cachorro abandonado que no tenía nada que lo hiciera especial, ¿Por qué? Era simple, todos sabían que el maestro Shen era hermoso, gozaba de un gran intelecto y tenía una de las sonrisas más radiantes que alguna vez haya visto, y esto lo hacía sentir que no tenía nada que hiciera que su hermoso maestro lo mirara.

Aun con esto, todos los alfas y omegas no podían hacer más que suspirar porque el hermoso maestro Shen era un beta, pero a pesar de ello, Luo Binghe, un alfa dominante, estaba colado por su maestro.

En la sociedad no era común que alfa u omega saliera con un beta, o más que común, era una broma o etapa, ya que se consideraba normal que alguna vez tanto alfa como omega haya gustado de algún beta, pero estas relaciones nunca se desarrollaban o en el mejor de los casos, no duraban. De la misma forma, eran aún más extrañas las relaciones de alfa con alfa y omega con omega, aunque existían novelas o dramas con esta temática que, siendo sinceros, nunca terminaban bien.

A decir verdad, si le preguntaran exactamente por qué le gustaba el maestro Shen, él no sabría cómo, ni qué responder, porque no se trataba exactamente de que se sintiera atraído por una relación poco común o porque él tuviese un extraño gusto por los beta, ya que el maestro Shen podía incluso ser un alfa o un omega y Luo Binghe estaba seguro de que le seguiría gustando.

A Luo Binghe simplemente le gustaba su maestro.

Sin embargo, incluso si en su mente bañaba al maestro Shen con flores, había dos problemas que impedían que su amor floreciera sin ningún inconveniente.

El primero era que, al parecer, su maestro no estaba interesado en nadie, y si bien esto podía parecer un punto a favor, era algo realmente angustiante para Luo Binghe, debido a que, si a su maestro no le llamaba la atención siquiera algún compañero de trabajo, ¿Cómo era posible que lo mirara a él?

¡Imposible!

¡Impensable!

Y el segundo, y más molesto problema, eran dos personas. Pese a que fueran dos, Luo Binghe los calificaba como una sola piedra en el zapato y esta era nada más y nada menos que el profesor de Literatura Inglesa, Liu Qingge y el director de la Facultad de Filología, Yue Qingyuan.

Estos dos hombres no eran más que patéticos alfas que trataban de cortejar inútilmente a su maestro. Ambos trataban de ganar el corazón del maestro Shen haciendo mil y tantas cosas, pero ninguna parecía funcionar y por ello Luo Binghe daba gracias al de arriba todos los días que los veía fracasar.

¡Eso era simplemente espléndido!

A pesar de que él realmente quería cortejar a su maestro, Luo Binghe no sabía cómo hacerlo, pero por lo menos no sentía que era un cero a la izquierda, no desde que había empezado a "ayudar" al hermoso maestro Shen.

Todo había empezado de manera accidental cuando el maestro Shen estaba tan ajetreado cargando un montón de cosas que ni siquiera podía tomar su taza de café. Esta no era cualquier taza, era la taza favorita del maestro Shen, en ella, en medio de un bosque de bambú había un hermoso dibujo de un pequeño y esponjoso perro que tenía una marca extraña en la frente.

Ese día, Luo Binghe pasaba casualmente por la sala de maestros pensando específicamente en él cuando lo vio a través del pequeño vidrio en la puerta y notó su entrecejo fruncido con una mirada de molestia y vacilación.