TEENAGERS

2

La alarma sonó haciendo que me tapara los oídos con mi almohada y soltara un gruñido. Puse mi mano en mi celular para apagar el molesto sonido y cuando logré mi objetivo talle mis ojos para después soltar un bostezo. Me puse de pie y al caminar choque con una lata de soda y derrame su contenido en el piso, fui por papel de baño y lo limpié rápidamente para proseguir a cambiar mi ropa e irme a la escuela.

Después de cambiar mi ropa baje las escaleras para agarrar un poco de dinero de la lata que tenemos para guardar el dinero. Mi perro estaba dormido en el sillón entonces salí silenciosamente de mi casa y cerré la puerta; al subir al autobús me dirigí a un asiento que estaba vacío entonces agarré mis audífonos para escuchar música en el camino y distraerme, siento como el asiento vacío a lado de mi se hunde y giro mi cabeza para ver quien es y es la chica pelirroja o más bien Sadie Sink.

-Hey, rojita ¿te puedo decir así?- le pregunté amablemente con una sonrisa y ella asintió mientras miro hacia otra dirección.

-¿Te puedo hacer una pregunta?- Sadie me dijo mientras de su bolsa sacaba unas rodajas de manzana en una bolsa de plástico.

-Claro, dispara-

-¿Por qué siempre estás en detención?- me miro y mordió su manzana y la mastico mientras esperaba mi respuesta y solté una risa.-Perdón no quise hacer la pregunta tan directa- miro hacia abajo avergonzada.

-No te preocupes no me afecto, la razón es que me meto en líos que no son míos y es por esa la razón ¿y tú? se me hizo raro verte eres la chica que nunca se mete en problemas- le dije sincera.

-Bueno un chico me estaba molestando así que le di un golpe con mi pie en ya sabes donde y cuando dije que el me estaba molestando me ignoraron y decidieron mandarme a mi a detención-

-Sadie tienes mis respetos y algún día de estos hay que darle su merecido a ese idiota, ¿puedo?- apunté hacia sus manzanas y ella asintió y metí mi mano y agarre tres rodajas y las dos estuvimos comiendo manzanas en silencio en lo que quedaba de camino a la escuela.

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Al llegar nos despedimos y nos fuimos a nuestras clases, me tocaba biología así que llegue al aula temprano y me senté en una de las sillas y puse mi mochila en la mesa, los alumnos llegaban y poco a poco el aula iba tomando vida por las voces de las personas que estaban en ella. La clase era un poco entretenida ya que teníamos que hacer muchos apuntes por qué los temas que nos explicaban vendrían en el examen, de tanto que escribí la pluma se me quedo sin tinta y tenía que escribir un poco más. Estuve buscando si tenía otra pluma y me di por vencida, tuve que pedirle a alguien una pluma por que si no lo hacía rápido también iba a tener que pedir prestado los apuntes.

-Oye- dije en voz baja- oye tu, Ruel-

El mencionado volteo y se acercó a mi.

-¿Que pasa Weissman?- me dijo en un susurro.

-¿Tendrás una pluma extra? La mía se quedó sin tinta- el asintió y se dispuso a buscar rápido una pluma. Cuando la encontró me la dio y le di las gracias y el solo asintió con una sonrisa.

La clase termino y pude apuntar todo lo que nos dijo el profesor, le di de vuelta la pluma a Ruel y le agradecí por segunda vez a lo que me dijo que no había problema que cuando ocupara algo ahí iba a estar, ¿ahora entienden por qué dije que ese chico es de muy buen corazón? pero sigo sin entender por qué es tan solitario.

Era la hora del almuerzo así que entre al comedor para agarrar mi comida, estaba haciendo fila y me dieron algo que no se veía asqueroso, era difícil encontrar una mesa vacía aquí, pero para mi suerte encontré una pero estaba llena de platos y vasos hice una mueca de asco pero era mejor sentarme aquí a comer en el baño sola. Agarre con una servilleta la basura que había y la tire y puse mi bandeja para empezar a comer, iba a darle un mordisco a mi comida cuando veo una sombra.

-¿Puedo acompañarte?- me dice Ruel con la bandeja entre sus manos y asiento, el arrastra la silla para sentarse y platicamos de nuestros gustos de música y como el le gustaba cantar pero era muy tímido. Otra persona llego y fue rojita.

-Hola, ¿me puedo sentar con ustedes?- nos dijo mientras se sonrojaba y ambos asentimos a su petición.

Se siente bien no comer sola en el baño.
Se siente bien tener una compañia a tu lado.