Un auto nuevo tiene un valor de alrededor unos veinte mil dolares americanos si cuentas con un vendedor de autos que está al borde de perder su empleo ya que no vende ni una bicicleta. Un teléfono inteligente no baja de cien dolares y eso es regulado a si el empleado de la compañía de celulares no es un enema de esos que te hacen esperar tres horas por conectarte el servicio. En Burguer King existía la oferta de dos dolares la cual te ofrecía una hamburguesa un refresco y unas papas fritas por una centavería, pero ya la descontinuaron por cabronsitos como yo que no compraba nada más que esa oferta por ahorrar dinero. Hasta un buen condón para evitar un embarazo no deseado se sitúa en unos tres dolares para evitarte entonces pagar doscientos mil dolares durante dieciocho años de una vida que nunca fue deseada.
Todo en esta esfera de agua y tierra tiene un precio así sea dolares, euros, francos, libras o dinares que de hecho compré un puñal de ellos que un judío me convenció que me iban a convertir en billonario, ahora que lo pienso bien me siento como el pendejo más grande por creer esa historia. Por lo tanto sí amigos todo pide a cambio algo monetario e incluso es el caso del sexo el cual es de las primeras formas de pago en el mundo y la más efectiva si me preguntas a mí. Realmente el dinero es nuestra religión, es nuestra ostia de cada día, nuestra misa de alimento, nuestra confesión ante el llanto y la única deidad que es inmediata en su respuesta. Vivímos en estos tiempos de telefonos con radar y televisores más delgados que el pelo de un pelo. Vivímos en la era de la información pero realmente nuestra informática sobre la vida está aturdida con la infección que hemos creado nosotros, el dinero.
Mi crítica es hacia las instituciones que llevan a cabo el proceso de creación de estos billetes los cuales nos controlan a nosotros igual que el chulo controla a sus putas. Este control no es sujetado a el 1% de la sociedad ni a los multibillonarios que controlan las compañías petroleras, realmente la gente pobre con latas de ravioli en sus cocinas somos los que añoramos el dinero más que estos dioses de cuello blanco. ¿Nunca te has sentado en la terraza de tu vivienda a analizar cuanto realmente tu necesitas el dinero? El rol tan primitivo que juega bajo el techo d de tu hogar es impresionante y como la veneración a los dioses, religiones, angeles y santos se queda corto comparado a como veneramos nuestra deidad principal, pedazos rectangulares de algodón es digno de una investigación de Oxford. No me mal interpreten, incluyo a todos en este sancocho e incluso a mí mismo pero la diferencia entre yo y los billonarios y también puede ser el caso de algunos de ustedes es que aceptamos nuestra hipocresía.
Deudas, pagos, fechas límites, el banco reposeiendo casas y carros, todo lo hemos visto más que hemos visto las afueras de nuestros organos genitales. ¿Cómo parar esta adoración por estos diablitos que nos compran todos los caprichos? Realmente no sé, supongo yo también estoy industrializado y fui enseñado a tener necesidad por el dinero, nací en un hogar humilde y digo hogar humilde por que eso es lo que dicen toda la gente pobre para no decir que somos unos pobres plebeyos de mierda que no podemos comprar tres carajos en este mundo. Quizás alguien encuentre la formula química para la abstención de la addicción sobre la veneración del dinerón. Por ahora me conformo comprando lo que puedo y sueño con más dinero. Al igual que todos ustedes cada día sueñan y esperan que cada mañana cuando raye el alva se despierten como millonarios de Wall Street con una cuenta de banco infinita bajo su apellido. Es un problema sí, ¿lo vamos a arreglar? No creo.
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Valor Neto (Kafka)
SpiritualVeneración y adoración por un poder que controla cada centímetro de nuestro ser. La plaga de toda nación. La adicción por excelencia. El dinero.