°Capítulo 19° •¡¿Quedarme con él?!•

21 0 1
                                    

(Narra Bruno)

Hace unos días atrás estaba con ______, me había contado que el tal Esaú ese volvía a su vida, claramente me daba miedo que ese miserable se le ocurriera hacerle algo. Pero eso no será posible porque yo estaré para defenderla. Ya sea como Briana o Bruno, la que ella guste.

Desde que le confesé que me gustaba no me ha vuelto hablar, la verdad extrañaba estar con ella cuando no debía fingir ser otra persona. Pero cómo dijo Rosaura, algún día ella debería saber quién es Briana y por qué llegó a su vida. Pero todavía no es tiempo para eso.

Veía la televisión un rato, escucho la puerta tocar desde afuera. Supongo yo eran visitas de mis padres o habían pedido la despensa por internet, ya que todo se hace gracias a la internet.

Escucho que tocan la puerta de mi habitación.

- ¿Si?- pregunté sin despejar la vista de la televisión.

- ¡Bruno! ¡Es una emergencia!- gritaba mi mamá en voz baja, me levanté de la cama y le abrí la puerta. Entró rápido.

- Está tu novio aquí.- me dijo mi mamá, levanté una ceja confundido.

- ¿Novio? Yo no tengo novio.

- Bueno, Briana si tiene novio y ella vive aquí.- cruzó sus brazos y abrí mi boca del susto.

- ¡Diablos! ¡Olvidé que vendría!- fui rápido a hacerme las cosas de mujer, otra vez saldré con Óscar.

- Tienes novio y lo haces esperar, que mala eres, Briana.- dijo mi madre y empezó a reír, seguramente se estaba riendo porque estaba poniéndome las bubis falsas.

- ¡Ya, mamá! ¡No me avergüences!

- Está bien, pero apúrate porque si no, querrá subir el novio.- se vuelve a reír y sale.

Terminé de arreglarme, la verdad es que como mujer soy muy hermosa, de hombre ni se diga. Soy DI-VI-NO. Nadie puede con mi hermosura.

Bajo las escaleras y voy hacia afuera. Veo a Óscar recargado en su carro esperándome, levanta la vista ya que estaba con el celular, me sonríe y se su carro saca unas flores. Vaya, que romántico me salió.

- Para la más hermosa.- dijo entregándome las flores, luego para sus trompas para que le dé un beso. ¿Ahora cómo le hago para no besarlo?

- Ay... que hermoso detalle.- dije acercándome a él, obviamente no lo besaría en los labios, solo le di un pico en su nariz y abrió los ojos.- Es lo que ahorita te puedo dar, no llevamos mucho de novios.

- Bueno, ese beso en mi nariz hizo que mi corazón se acelerara mucho, así que lo acepto.- dijo sonriendo embobado y nos fuimos en su carro.

Me había llevado a un restaurante, se veía lujoso pero realmente la comida tenía un precio justo. La comida había llegado, olía delicioso, al menos agradezco que los hombres pagan y yo por ser mujer no pagaré, es lo único bueno de ser mujer.

De la nada Óscar empezó a toser, se le dificultaba respirar.

- ¿Óscar? ¿Qué te pasa?- me levanté y su cara se estaba poniendo de un color morado. ¡Se estaba asfixiando! Aplasté su estómago para sacar si tenía comida atorada porque su garganta pero nada salía.

- No... sabía que la comida... tenía nuez.- decía con dificultad, con lo que me dijo pude entender que le pasa. ¡Era alérgico al nuez y no sabía que esa comida tenía!

Varios del restaurante me ayudaron a sacarlo de ahí para ir directo a un hospital, conducí lo más rápido que pude, me pasaba hasta el semáforo cuando estaba en color rojo por el susto, tosía más y sentía que ya no podía respirar tanto.

Llegamos al hospital y rápido lo atienden en emergencias, tras esperar un rato ya me hablaron para estar con él en la habitación donde lo están dejando para observarlo y que los medicamentos le hagan efecto.

Estaba costado y le daban el medicamento.

- Bien, está resultando los medicamentos para su alergia.- dijo el doctor checando que estuviera bien.- Pero de preferencia alguien debería quedarse con usted esta noche para tenerlo vigilado y no tenga una recaída.

- ¿Y cómo quien podría quedarse? Mis padres no están y mi hermana tampoco, se fueron con una tía y se quedarán a dormir allá.

- Pues si la señorita puede, estaría bien que ella se quede.- dijo viéndome el doctor, yo rápido puse mi mirada de miedo.

- ¿Yo? No no, no creo poder...

- Por favor, amor; no quiero quedarme aquí solito... seguro tú compañía hará que me sienta mucho mejor.- dijo Óscar agarrándome mi mano, por afuera de tenía mi cara sin expresión, pero en mis adentros tenía miedo, nervios y lo único que quería mi cuerpo era salir corriendo y dejarlo ahí. Pero me vería tan cruel dejarlo así cuando casi se muere por comer una nuez. No me quedaba de otra.

- Está bien.- acepté rendido, volteo a ver a Óscar y estaba sonriendo mucho. Espero que no se le ocurra encuentros en la noche algo extraños, pero tendría una excusa, está enfermo y nada podríamos hacer.

El doctor me decía algunas indicaciones si llegaba Óscar otra vez a tener una recaída por la alergia, estando afuera de la habitación le marqué a mi madre explicándome porque no iría dormir hoy. Lo único que ella hacía era reír a carcajadas por mi desgracia. Tendré una noche con Óscar y eso me aterraba, no sé qué me esperará en esta noche estando con él en un hospital, aunque no creo que él haga algo... espero.

•Por tu amor• •Bruno Mars Y Tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora