First Snow ❁ NoMin [One Shot]

¿Una nueva oportunidad?

— ¿Sabías que cuando ves la primera nevada con tu pareja, su relación durará para siempre? — Jeno lo miró algo extrañado.

— No lo sabía. — dijo y observó el cielo.

— Bueno, es una leyenda vieja. No tengo pareja asi que no puedo empezar a averiguar si es cierto. — Rió.

— Tampoco yo. — levantó sus hombros.

— Deberíamos averiguarlo alguna vez.

— Si es que alguna vez llega alguien que me interese.

— Seguro llegará alguien que ames mucho y querrás creer en la primera nevada para que su amor dure para siempre. — Jeno rió.

— Espero pueda vivir algo asi.

— Lo haras y también llegará alguien para mi. — Jeno lo miró y asintió. — Oh Dios, olvidé mi primer dia en el voluntariado. — se levantó de al lado suyo.— ¡Espero encuentres alguien con quien ver la primera nevada! ¡Adios!— gritó cuando corría, Jeno rió.

— ¡Igual tú!

Ese chico estaba loco, ¿la primera nevada prometerte amor eterno?

Rió.

No, no lo creía.

❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️

Jeno observaba por la ventana de su casa las bonitas decoraciones navideñas de sus vecinos mientras tenia en sus manos una taza de chocolate caliente.

Miró dentro de su casa y suspiró, ni si quiera habia tenido animos ni emoción de armar su arbolito, tampoco de colocar luces, ni nada que tuviera que ver con la tan cercana Navidad.

Observó su taza y acarició el borde con sus dedos mientras el vapor escapaba, él era el entusiasta sobre todo aquello, él era quien hacia que su casa se viera como si tuviera vida propia, él era quien hacia que su casa se sintiera como un verdadero hogar.

Flasback - 3 años atrás

Jeno miró al rededor, cada parte de su casa decorado con luces, adornos, guirnaldas. Sonrió y miró al chico delante suyo decorando el arbolito a un costado de su living.

— Jen, cariño, pásame las luces rojas. — dijo parado sobre un pequeño banco.

— ¿Dónde estan?

— Sobre el sofá. — señaló girando pero se tambaleó cayendo al suelo.

— ¡Jaemin, ten cuidado! — Jeno corrió a él con preocupación.

— Lo siento. — Hizo un puchero. — Mi tobillo, duele. — dijo acariciandolo.

— Quieto, lo revisaré. — Jaemin sonrió.

— Mi precioso doctor. — le robo un beso y Jeno rió.

— Me gustaría no ser el doctor siempre,   ¿algún dia estarás quieto, Na Jaemin?

— Nop. — levantó sus hombros. — ¿Pero me quieres asi verdad? — estiró sus labios.

— Demasiado. — lo besó. — Pero por favor, no quiero que te lastimes.