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Taehyung amaba a Jungkook, y eso era algo que todos sabían. La forma en que se miraban, los pequeños gestos en público y las constantes palabras de amor que se murmuraban el uno al otro, solo era una pequeña porción de todas las acciones que demostraban lo linda que era su relación.

Taehyung adoraba la forma en cómo se fruncía la nariz del alfa cuando sonreía y sus dientes aparecían, recordándole a un lindo conejito. Adoraba la manera en la que se escondía en su cuello cuando estaba demasiado avergonzado o la forma en la que lo miraba y lo trataba. El chico siempre lo hacía sentir la persona más especial del mundo.

Jungkook por su parte, le encantaba el pequeño lunar en su nariz y como lo tocaba con la suya, logrando que el omega riera sin ningún tapujo. Le gustaba que el contrario repartiera caricias por su cabello cuando estaba estresado o preocupado. Y en definitiva amaba la forma en la que Taehyung fue creado. Porque el mayor, fue moldeado justo a su medida.

Por eso ese miércoles cuando se despertaron, ambos sabían que algo no iba bien. El vínculo que compartían le hizo saber al omega que su pareja no se encontraba en las mejores condiciones desde hace días, y aunque fingiera, lo conocía tanto que podía deducir que algo lo tenía preocupado.

- Te amo – Incluso si no sabía que era lo que realmente le sucedía al alfa, Taehyung no podía dejar de expresar palabras de cariño que eran respondidas con besos y sonrisas. El olor a chocolate de Jungkook siempre logró tranquilizarlo. Para el mayor no había mejor lugar que en los brazos de su novio, mientras aspiraba su aroma y sentía las caricias ajenas en su cadera – Amor. Tengo que hacer el desayuno.

- Solo cinco minutos más. Quedémonos así, por favor – el alfa parecía no estar consciente de la forma en que sus palabras salieron. Como una súplica que hicieron al lobo de Taehyung realizar un pequeño aullido de dolor. Al parecer su animal ya presentía todo. Incluso él lo hacía, solo quería ser lo suficientemente estúpido para ignorar todo.

Su rutina continuó normal. Desayunaron y hablaron de la universidad, de sus amigos. De cómo Jimin había sido castigado esa semana, de los recuerdos del viaje con los chicos a la playa, y de las vacaciones de fin de año que ya se aproximaban. Planear las cosas era lindo para Jungkook. Le gustaba ver como los ojitos de su omega brillaban de la emoción y la anticipación lo volvía un cachorrito. Uno adorable a ojos del menor.

- No quiero ir a clases hoy Kook – Taehyung murmuraba aferrado al cuerpo de su alfa. Luego de pasar la mañana sin mucho ajetreo y de almorzar, ambos estaban recostados en la cama. Ahora el mayor debía ir a la universidad, pero prefería quedarse en los brazos de su novio compartiendo mimos y palabras de amor por todo el día.

- Tienes que ir Tae. Estaré aquí cuando vuelvas – el omega seguía con sus brazos y piernas en el cuerpo contrario. No quería soltarlo, sentía la necesidad de abrazarlo y fundirse con él. Sabía que el chico no se negaría a los besos que comenzó a esparcir en su cuello, su mandíbula, su lóbulo y finalmente sus labios – Tae...- El nombrado supo que había ganado el juego cuando pasados unos minutos de resistencia por el menor, finalmente dejara de apartar su cara y quitar las manos del castaño sobre sus hombros. Taehyung sintió las manos de Jungkook presionar con fuerza su cadera cuando giraron sobre la cama. La danza lenta y sensual que sus bocas comenzaron lograron que ambos perdieran la cordura. El mayor necesitaba al contrario, sentirlo cerca y suyo. Necesitaba saber que estaba con él.

El omega no sabría decir qué tanto tiempo duró el acto. Solo se concentraba en los ojos brillosos de su alfa mientras lo penetraba, en sus jadeos cortos cuando trataba de decirle que lo amaba y en las cálidas manos que recorrían todo su cuerpo. Taehyung tenía demasiadas emociones encontradas y no pudo evitar soltar una lágrima cuando Jungkook renovó la marca en su cuello. Arrullándose el uno al otro, abrazándose y luego tomando una ducha, el omega repetía casi como un rezo que todo estaba bien. Que la opresión en su pecho pasaría y que al día siguiente seguiría amándose con su alfa.

Cuando la nieve se derrita ♡ KookV [2S].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora