«Y a veces hay amistades que quisiéramos que fueran relaciones y relaciones que desearíamos que solo fueran amistades».
Antes de salir de su hogar, un recuerdo lo golpeó, motivándolo a seguir adelante con su plan. Reproduciéndose en su mente, Taehyung comenzó a conducir.
El castaño se encontraba en la fría y mojada entrada de la casa de su menor, el tiempo por la noche había estado pésimo por la noche y hacía un frío tremendo. Tocaba el timbre con desespero, sabiend a ciencia cierta que Jungkook odiaba esa costumbre de él.
Su acción se vio interrumpida por la puerta abierta de forma brusca.
—Oh, ¡Jungkookie! Que bueno que me abres, estaba por perder una pierna del frío —El menor sin todavía abrir por completo los ojos, se recargó en la puerta, esperando a que su hyung entrara.
—¿Te desperté~? —Preguntó ya sabiendo la respuesta más obvia que nunca. Cerró la puerta detrás de sí al ver que su pequeño no lo haría y se iría caminado de nuevo de vuelta a su habitación.
—Hoy no me siento bien, hyung.
Susurró con voz ronca, algo de lo que tanto le gusta a Taehyung era aquello, su voz por las mañanas.
—Hey, espérame... ¡Jungkook-ah, espera! —Con apuro, se quitó su abrigo largo de color negro, para correr detrás suyo.
El pelinegro dejó que pasara y cómo tan rápido se paró, se tiró a la cama. Ocasionado que el castaño soltara una risa. Lo admiro desde su posición, aún no se acostaba a su lado, pero claro que lo haría, peor antes lo seguiría observando con ternura, queriendo besarlo.
El impulso estaba ahí presente, tanto en su mente como en su corazón. ¿Por qué no hacerlo? Se preguntó, desde hace tanto quería hacerlo, cuando la noticia de que su querido mejor amigo comenzó a salir con un tal Min Yoongi, lo devastó y cada idea formada, la había tirado a la basura. Queriendo que su pequeño fuera feliz a pesar de todo, a pesar de lo que sentía.
Quitando sus zapatos y viéndolo tan relajado y en paz, se sentó en el pequeño hoyo que le había dejado a él. ¿Por qué era tan tierno? ¿Por qué era tan... tan él?
Acaricio sus negros cabellos; sintiéndolos entre sus dedos, se acomodó en una posición donde pudiera seguir admirando su bello y precioso rostro. Seguía sin comprender cómo podía ser tan perfecto, hermoso, lindo y etéreo, una completa obra de arte para sus ojos.
Sus ojos recorrían con amor, desde sus labios, hasta su pequeña nariz, a la que cuando se veían no perdía el tiempo y le hacía "¡pop!"; sus mejillas rosadas que cuando se divertían o se decían cosas totalmente y asquerosamente cursis, se sonrojaban. Sus pestañas perfectas que estaban hechas a la perfección y cada uno de los pequeños lunares que nacieron debajo de su labio y su nariz. Podía decir sin vergüenza que su favorita era el del cuello, el que con tantas ganas, muchas veces quiso besar.
—¿Por qué eres tan bonito? —Preguntó a la nada, sonriéndole con cariño, restregando su nariz en su mejilla. Dejando un tierno beso en su mejilla.
El cuerpo de Jungkook se movió, dejándole un poco más de espacio para que su hyung pudiera acomodarse. El brazo tatuado de Jungkook pasó por su cintura y lo atrajo hacia él, pegando sus cuerpos en un reconfortante abrazo que lo dejó con la cabeza en el pecho.
Jungkook se sentía tan cálido, que anhelaba quedarse siempre a su lado, abrazándolo y sintiendo lo que sentía por él.
Alzó su cabeza, y la acercó a la contraria, con el brazo que no estaba atrapado, acarició con delicadeza su mejilla. Admirando la vista, los labios de Jungkook se entreabrieron, dejando salir pequeños balbuceos por el malestar que sentía.
Sus labios tocaron l comisura de lo bellos del pelinegro, y con solo ese pequeño toque las mariposas que sentía en el estómago desde que se acostó con él, comenzaron a revolotear con agresividad.
Juntó sus labios en un pequeño y magnífico beso, sintiendo con sorpresa como su pequeño le correspondía, quiso separarse, pero el brazo que lo rodeaba lo sujetó con más fuerza.
—¿Estoy soñando? —Preguntó confundido entreabriendo los ojos—. Que bonito sueño, hyung...
«Algún día no será solo un sueño, Jungkook».
Ese fue su primero beso, donde Jungkook recuerda haberlo soñado y cuando un Taehyung esperaba que lo recordara como algo más real que algo que "ocurrió" en su mente.
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